viernes. 02.05.2025

Siempre hemos dicho, y lo mantenemos todavía, que no hay nada menos democrático que los partidos políticos. La mayoría, por no decir todos, son cortijos en los que tres o cuatro manejan el cotarro a sus anchas. Es lo que impide que se renueven cargos, que cambien las caras. Si los partidos políticos fueran democráticos no llevaríamos décadas viendo a los mismos de siempre. Esto pasa en todo el país, y pasa, por supuesto, en Lanzarote. En los dos grandes partidos nacionales, PP y PSOE, el tema ha llegado a grado de escándalo: todavía recordamos cuando en el PSOE Pepe Borrell ganó las primarias al candidato oficialista, Joaquín Almunia; ¿qué hicieron Felipe González y compañía? Decir que no valía el proceso e imponer a Almunia como candidato a la presidencia del Gobierno. Así les fue. Lo del PP casi fue peor. Como si de un reinado medieval se tratara, José María Aznar designó a dedo a su sucesor, Mariano Rajoy, obviando otras posibilidades que planteaban sus compañeros. ¿Alguien se quejó? Pues no, todos acataron sin rechistar la decisión del por entonces líder indiscutible de los populares. Ahora don Mariano se las está viendo y se las está deseando para mantener su candidatura después de los dos fracasos electorales. Dicho todo esto, que sepan que este lunes por la noche el PP de Lanzarote presentó a sus ocho compromisarios que acudirán al congreso nacional para elegir entre Mariano o Esperanza. ¿Ha habido un largo proceso de discusión para designar a esta gente? Pues no, porque, según el partido que dirige con mano diestra Doña Loly Luzardo, “son los ocho que se presentaron”: Roberto Vicente Herbón, Lorenzo Lemaur, Armando Santana, Juan José Rivera, Roger Deign, José Pablo Lemes, Yolanda Perdomo y Saray Rodríguez. A estos hay que añadir por supuesto a los natos, a Doña Loly a don Cándido Reguera. Que elijan en paz y armonía.

LA DEMOCRACIA INTERNA
Comentarios