Los medios de comunicación no escapan a la crisis económica que estamos padeciendo. Eso es evidente. Ahora, lo que nos parece más singular es que tampoco escapen la mayoría a la crisis de ideas que se padece en la clase política. Saben aquellos que nos siguen desde hace muchos años que aquí tenemos por costumbre no fijarnos en lo que hacen los demás. Es la mejor forma de no enredarnos, de tener siempre claro el horizonte informativo, de poder marcar tendencia. Es una lástima que muchos otros medios no utilicen esta política, y estén permanentemente enganchados a todo lo que se hace en esta casa. Eso no nos molesta, hasta nos alienta. El copieteo, el corta y pega, ha sido una práctica habitual de la que nos hemos quejado pero de la que hemos sido incapaces de desprendernos. Ahora, lo que sí que nos molesta es que algunos se permitan el lujo de darnos lecciones. Estamos muy mayores ya para lecciones periodísticas, estamos curtidos en demasiadas batallas. Si nosotros consideramos que algo es noticia, tiraremos adelante con ello, con o sin el consentimiento del gremio, el gremio por otro lado más insolidario de los que existen. Otro día que estemos de mejor humor les daremos ejemplos concretos de esta historia, porque ya está bien. Por cierto, que en el mes de abril nuestra edición digital, esa que don Carlos Espino se negó a que aportara al estudio de medios del que jamás se supo más los datos oficiales de visitas (todo ya saben con la intención de que otros que le ríen mejor las gracias salieran mejor parados en su particular foto), ha vuelto a batir récord de visitas. El que no se lo crea que consulte las estadísticas oficiales que se sirven en Internet. Seguimos trabajando, luego ladran.
