La semana pasada tuvimos a distintos animales como protagonistas de la actualidad informativa. El peor de los bichos que nos han visitado, al menos el peor de los que podemos ponerle nombre y apellidos, fue la Ardilla Moruna, nombre que suponemos que a nuestros vecinos del continente próximo no les hará demasiada gracia. Además de la Ardilla Moruna, nosotros conocemos a la Ardillita Roedora, un animalito que lo devora todo, que tiene un apetito insaciable. A pesar de su pequeño tamaño, la Ardillita Roedora se sabe imponer, y a más de uno, de dos y de tres les sabe meter el miedo en el cuerpo, sobre todo cuando se intentan oponer a sus bastardos intereses personales. Que alguien se reúne a sus espaldas, pues lo sustituye sobre la marcha y ya está, que alguien le lleva la contraria a la Gran Ardilla, pues también se lo carga. Que no conoce a los sustitutos que coloca en su lugar ni la madre que los trajo al mundo, pues no importa. Lo que importa es que al final ella siempre tenga la razón, que nadie pueda poner en duda su liderazgo. ¿Durará para siempre?
