22 de septiembre de 2006, 14:34
De forma breve, porque no nos queda demasiado espacio, les contamos a nuestros habituales lectores y a los que se incorporan a esta sección que ha regresado a la Isla Don Pepa. “¡Oh, no, maldición!”, estarán diciendo muchos. Pues sí, ha vuelto al redil para intentar propagar sus discursos mefistofélicos. Malvenido sea, desde luego, porque en su día pensamos que nos habíamos librado de él, de este personaje que siempre presume de ser lo que no es y que enreda más de lo que cualquiera puede enredar. A Don Pepa en su día le dieron una patada en el lugar donde la espalda pierde su casto nombre, aunque no consiguieron acabar con él. Los bichos malos, ya se sabe, rara vez mueren. Y este es bastante ruinito.