Parece que la cosa no va tan bien como intentan hacer ver a todo el mundo. Y es que, esta islita es tan pequeña y tan curiosona que al final se termina sabiendo todo. En este primer periódico del año les adelantamos algo que nos ha llamado poderosamente la atención, lo jodidos que se encuentran unos que presumían de estar en la cumbre y de no bajarse de allí por mucho que les atacaran. Parece que todo tiene que ver con su falta de liquidez, puesto que últimamente no cobran por los favores del pasado ni por los deméritos del presente, que no son pocos. Y como quiera además que a sus amigos protectores y mecenas les dieron una patada en el culo y les despidieron con viento fresco, la cosa se ha complicado todavía más. Por eso no es de extrañar que la analítica de última generación que se han hecho les haya salido tan chunga. Estos pobres engendros servidores del Godo Atila levantan cabeza de momento, pero muy pronto la hundirán. Si no, tiempo al tiempo. Para que las cosas funcionen hace falta mucho trabajo, talento y ciertas dosis de inteligencia, cosas de las que no andan precisamente sobrados. Por eso, sin la viagra dineraria que acostumbraban a tener fruto de determinado y curioso impuesto revolucionario que cobraban, van a ir de mal en peor. Algunos dicen que se les ha visto el último día de año tambaleándose cual palmera afectada por el picudo rojo. Qué pena.
