No se pueden imaginar la de cosas que escuchamos por ahí. La última que ha llegado hasta nuestros castos oídos no tiene desperdicio. Resulta que el viernes de la semana pasada se juntaron en animosa charla en el Cabildo insular un grupo de personajes de un pelaje tremendo. Estaban de pie (luego sentaron sus posaderas en cómodos sillones de cuero de esos que pagamos todos los contribuyentes) el Berberechito, Don Nidea y el Bolchevique. ¿El motivo de la conversación? Pues ahora lo contamos. Estas mentes prodigiosas estaban buscando la forma de resolver el tremendo problema del vertedero de Zonzamas, algo que debería estar resuelto ya desde hace tiempo. Don Nidea, que estaba más o menos como siempre, en el limbo, no aportó gran cosa. El Berberechito hizo alguna propuesta a su estilo, enredando más que ayudando, haciendo propuestas que no requirieran de mucho esfuerzo. A estas estaban cuando el Bolchevique, en un arranque de los suyos tipo Pasionaria, soltó aquello de: “esto de Zonzamas lo arreglo yo”. Es curioso, porque lo dijo tan alto y con tanto ímpetu que llamó la atención de varias personas, pero ninguna de ellas reparó en que de su barbado mentón podía estar saliendo una frase que tuviera que ver con el trabajo. Ya más bajito, el Bolchevique, que no hace nada gratis, dijo la cantidad que necesitaba y el personal. Su primer fichaje, la Mariquita Verbenera. Entre los dos y otros pocos más dicen que van a resolver el problema. ¡Chiquita panda!
ESO DEL VERTEDERO LO ARREGLO YO
8 de abril de 2008, 15:04