jueves. 01.05.2025

En determinados momentos de la vida ignorar determinadas actitudes es complicado, aunque los sujetos que las protagonicen merezcan la misma atención que se presta a una hormiga cuando pasa por la calle. El cansancio deja huella, y aquí lo sabemos todo, o casi todo. De lo contrario, cómo nos íbamos a enterar del tremendo chorrillo que tiene el Cágala, que últimamente no se tiene en pie. Parece que ni el Picudo Rojo puede parar ya el río de porquería, ni mucho menos el Chulo, el Tropezón y la Bella Otero, que por mucho empeño que están poniendo serán incapaces de hacer remontar al muchacho. Nos dicen que en unos días se van a desvelar unas “cositas” curiosas en las que están todos estos personajes metidos, enfangados hasta las orejas y más allá. La única solución es que aparezca el Sefardita y les ilumine a todos con su fecunda y trabajada mente. Como el muchacho sabe hacer pelotas que da gusto, no le costará nada inventar algún sistema para taponar el agujero. Todo se verá.

EN LA DEVACLE, TODOS UNIDOS
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