El Trinquete o la Trinca están queriendo meter la mano en un determinado y espeso mogollón para garantizar las jubilaciones de unos cuantos de estos personajes. Y es que hay gente que quiere abandonar la política para dedicarse a otros menesteres, bien remunerados, por supuesto. El caso es que el futuro no es tan venturoso como en un principio se prometía para algunos, de ahí que se estén moviendo tanto antes de que comience la campaña y no se cuente con ellos. El más jodido de todos, el que más empeño ha puesto en esta importante misión, es un caballero de esbelta y un tanto famélica figura, al que muchos confunden incluso con Don Quijote, y no precisamente por su hidalguía. En su día asumió tantos compromisos, le cogió tanto gusto a eso de vivir bien, que ahora no sabe cómo tapar los huecos, y se ha propuesto rellenarlos con un buen retiro remuneradísimo. Pronto les contaremos también las andanzas y desventuras de otro personaje del grupo, el Escupitina. Este está metido en cosas bastante más graves.
