17 de noviembre de 2006, 13:39
Contábamos en nuestra anterior edición que existe un tranvía llamado deseo que algunos van a perder en estos días. Concretamente estamos en condición de adelantar para los más osados de la adivinación política, esos a los que les gusta hacer todo tipo de cábalas, que este sábado será un día importante para determinar quién se sube y quién se baja a este tranvía. Nosotros tenemos muy claro qué puede pasar, sabemos a quién se la han jugado bien y quién está nadando y guardando la ropa al mismo tiempo. También conocemos la monumental sorpresa que se van a llevar algunos cuando sepan finalmente quién está en el tranvía, y mejor, quién lo conduce. Esperen al sábado.