sábado. 03.05.2025

No entendemos muy bien la escasa repercusión que algunos medios han dado a la noticia que adelantó esta casa el pasado martes, la decisión del Ayuntamiento de Arrecife de quitarle el vivero a la empresa Urbaser, la responsable precisamente de cuidar los jardines de la capital. Bueno, en realidad sí que lo entendemos, y lo entienden aquellos que se están viendo involucrados en el conflicto, que nos dicen que han tomado buena nota del asunto. El caso es que resulta sorprendente que el concejal Antonio Machín diga un día que sólo quiere las llaves de las naves que utiliza Urbaser y al día siguiente se presente con la Policía Local para cerrar el recinto y para tomar posesión del mismo. No nos extraña la emoción del encargado Gregorio Aparicio al intervenir casi con lágrimas en los ojos en nuestra emisora, no nos extraña que fuera incapaz de contener la rabia tras comprobar que el Consistorio se hacía con una nave que los mismos trabajadores de Urbaser habían levantado bloque a bloque haciendo horas los fines de semana. A mucha gente también le sorprendió la contundente y dura intervención del representante legal de Urbaser en Lanzarote, Jacinto Álvarez de la Fuente, quien entró en directo en una de nuestras tertulias para descargar su ira contra aquellos que entiende que están haciendo un intolerable juego sucio en su contra. De hecho, en unas más que polémicas declaraciones, insistimos, llegó a hablar de una especie de complot en el que están metidos las mismas personas que en su día obligaron a Antonio Hernández a abandonar el Ayuntamiento. Dijo, visiblemente cabreado, que lo que pretendían (no creemos que lo consigan) es que su cabeza fuera la siguiente en rodar. También habló de presiones y habló incluso de lo insólito que resultaría que detrás de todo esté el deseo de alguno de rescindir el contrato que Urbaser tiene con el Ayuntamiento de Arrecife. Parece poco probable, teniendo en cuenta que ese contrato tiene vigencia hasta 2013, y que de realizarse la operación no habría dinero suficiente para indemnizar a la empresa y pagar a la nueva concesionaria. “Que no se crean que Urbaser es Inalsa”, soltó enojado el responsable de la compañía. Habló el señor Álvarez incluso de la monstruosa deuda que tiene la institución con su empresa, cifrada ya en más de 8 millones de euros, y de la paciencia que han tenido hasta la fecha. Habló de muchas cosas, pero también se calló otras. Y dice que se calló porque se mordía la lengua, pero advirtió de que si le seguían tocando la moral lo mismo largaba algo que hace tiempo que quiere largar. Nosotros no sabemos lo que es, aunque lo podemos imaginar. Lo increíble es que esto esté sucediendo, que no haya gente en el Consistorio capitalino con la suficiente cabeza como para cortar de raíz este estúpido enfrentamiento, que no beneficia ni a unos ni a otros, más bien todo lo contrario. Que Urbaser trabaje a gusto y en condiciones redunda en beneficio de los políticos que ahora están en la institución, y viceversa. Parece que a alguien no le entra esto en la sesera.

EL RESPONSABLE DE URBASER SE CALIENTA
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