Por unas razones u otras Lanzarote siempre se tienen que convertir en el centro de la actividad política más volcánica. De hecho, este miércoles, durante la celebración de la segunda jornada del debate de investidura de Paulino Rivero, los dos grupos que conforman Gobierno, Coalición Canaria (CC) y Partido Popular (PP), decidieron martirizar al jefe de la única oposición, el socialista Juan Fernando López Aguilar, con las perlas que soltó en el pasado reciente contra sus ahora socios en Lanzarote, la gente del PIL. José Miguel Barragán y José Manuel Soria (el presidente de los populares estuvo muy bien, todo hay que decirlo) le dieron leña hasta en el carnet de identidad. No creemos que le siente demasiado bien la improvisada respuesta de López Aguilar en la Cámara. Parece mentira que no se hubiera preparado otra cosa. Lo único que se le ocurrió decir fue que en ningún momento su partido había pactado con Dimas Martín, sino con los nuevos dirigentes que ocupan la cúpula central del PIL tras su “regeneración”, dando a entender que Dimas no entra dentro de esa “regeneración”. Estas cosas, señor López Aguilar, hay que prepararlas mejor. Por cierto, que siguen creciendo los rumores sobre su marcha del Parlamento una vez que se acerquen las generales. Nosotros no lo creemos, al menos no lo creemos de momento. Ya se sabe que en política todo puede cambiar de un momento a otro.
EL RECUERDO DEL PIL
12 de julio de 2007, 15:24