viernes. 19.04.2024

EL PP, UN VOLCÁN EN ERUPCIÓN

Las ansias del joven/viejo senador por Lanzarote de querer estar todo el día en los medios han provocado un enorme, lógico y justificado cabreo de algunos de sus compañeros. Por si fuera poco, el enfado llega en un día en el que Antona y los suyos dan por bueno su también lógico enfado con CC y deciden no entrar en el Gobierno

El Partido Popular (PP) es en estos momentos un volcán en erupción. Y no sólo por lo que arrastra la marca desde Madrid y sobre todo desde los tribunales de justicia. Por todo lo que pasa comunidad por comunidad, pueblo por pueblo. El caso de Canarias no es ajeno a esta situación. Es más, el caso de Canarias debería preocupar mucho más en Génova de lo que realmente parece que preocupa. Con la caída en desgracia del todopoderoso José Manuel Soria, el PP canario se ha visto inmerso en un proceso de renovación que Asier Antona y los suyos están tratando de llevar adelante lo más dignamente posible. Pero entre los errores propios y los errores ajenos, lo cierto es que la cosa no camina.

Un buen ejemplo ha sido la nefasta gestión que se ha hecho de la negociación con Coalición Canaria (CC) para tratar de formar parte del Ejecutivo autonómico. El PP de Antona ha recordado este verano al Barcelona de Bartomeu. Parece que nadie quiere jugar con ellos y que ellos son a su vez incapaces de conseguir lo que realmente quieren, asumiendo incluso el precio de mercado. Porque lo que quería el PP, como es lógico, era incorporarse al Gobierno como fuera. Mucho más con el dinero de más que los nacionalistas canarios han conseguido arrancar con su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado. A poco que Génova les hubiera echado una mano real, la cosa habría sido más sencilla. Pero desde fuera ha dado la sensación de que Mariano Rajoy y los suyos estaban más pendientes de garantizarse el voto en el Congreso de Ana Oramas que de utilizar las herramientas que tienen a su alcance para favorecer a sus compañeros del Archipiélago. La imagen de un Antona relegado a un cuarto plano el día en el que se firmó el acuerdo para salvar el presupuesto con Nueva Canarias (NC) fue un buen ejemplo de lo poco o nada que cuida el PP los detalles importantes, como no dejar vendidos a los suyos, a los que luego tienen que partirse la cara con el complejo electorado canario a la hora de explicar quién ha conseguido qué y quién ha posibilitado qué. Y claro, así es muy difícil remontar el vuelo, pasar de los doce parlamentarios que actualmente tienen (11 si finalmente se confirma que Águeda Montelongo podría ir en breve por libre) a una cifra similar a la que se logró cuando fueron la primera fuerza en Canarias.

Por si el nulo apoyo de Madrid no fuera una evidencia, en Canarias, tal vez por esos nervios que le hacen coger al hombre, no han hecho otra cosa que meter la pata. Sobre todo con las amenazas y con las fechas. La política se parece bastante al póquer. Cuando uno va de farol tiene que ir a por todas y sin miedo. De lo contrario, cualquier adversario mínimamente preparado huele tu miedo y te tumba. Es evidente que cuando Clavijo dijo a los representantes del PP que hablaran con Barragán fue porque el presidente del Gobierno sabía a quién mandaba a jugar la partida de cartas. Cuando Antona va, el secretario general de CC ha ido y ha vuelto siete veces. ¿Quiere decir que esté todo realmente cerrado? Aquí nos da la sensación de que no, y que el anuncio de que el PP no se incorporará al Gobierno puede ser otro farol mal ejecutado. ¿Qué posibilidades tiene realmente el partido de Antona de tocarle con eficiencia las narices a CC? Pocas o ninguna. Margen para una moción de censura no hay, salvo que se vuelvan locos y se echen la manta por encima de la cabeza y pacten de aquella manera con el Partido Socialista (PSOE). ¿Tumbar presupuestos? De poco serviría si luego tienes que estar pidiendo sopitas en Madrid a Oramas. ¿Armar una estrategia común con el PSOE, NC y Podemos de constante desgaste parlamentario? Pues no parece lo más sensato en estos momentos.

Así, da la sensación de que la última decisión de Antona y los suyos ha sido la más lógica. No hacer más el bobo en los medios, cumplir con el plazo estipulado y esperar con la calma que no han tenido hasta ahora a ver qué pasa. ¿Llegará la ayuda de Génova? Ahora, enseñando la patita, es obvio que puede estar más cerca.

El caso de Lanzarote

Algo que siempre ha manejado terriblemente mal este partido ha sido la comunicación. No sólo no le han dado la importancia que hay que darle, mucho más en estos tiempos que corren a la velocidad que corren, sino que cuando han querido hacerlo lo han hecho cometiendo errores de notable bulto. En la comunicación no es sólo importante lo que se dice y cómo se dice, sino el tiempo en el que se dice. El manejo de los tiempos es un complejo arte que es obvio que los populares no dominan.

Lo que pasó este miércoles en Lanzarote fue un claro ejemplo de esto y un claro ejemplo de lo mal que está este partido por dentro. Como saben los lectores de este confidencial, porque nos consta que son gente a la que le gusta estar bien informada, los tres consejeros del PP del Cabildo convocaron en tiempo y forma una rueda de prensa para explicar con detalle el curro que se habían pegado para resumir los dos años de gestión de Pedro San Ginés y los suyos. Algo que no parece sencillo. Imaginamos que era una rueda de prensa en la que además de horas de trabajo habían puesto cierta ilusión, en su idea de desmantelar lo que entendemos que debe ser a su juicio un nefasto gobierno de Pedro San Ginés y de los tres partidos que sustentan su gestión, CC, PSOE y PIL. No es lógico ni normal que diez minutos antes de la rueda de prensa se dé la orden de que se desconvoque, con el consiguiente trastorno que esto supone para los medios que ya tenían planificado el día, para acto seguido anunciar que se convoca otra rueda de prensa urgente del senador por Lanzarote, que a estas alturas sigue siendo Joel Delgado. Algunos medios, entre ellos éste, decidieron no acudir a esa rueda de prensa, a pesar de que entendíamos que debía de tratarse de un asunto de extrema urgencia y de clara importancia para que el PP decidiera cargarse de golpe y porrazo el trabajo que iban a exponer a la ciudadanía Ángel Vázquez, Saray Rodríguez y Maite Corujo. Pues bien, la rueda de prensa tan urgente y tan importante sólo estaba justificada por el desesperado intento del senador de vender como propia la reunión que habían mantenido Luis Ibarra y José Llorca para desbloquear el asunto de la obra del cierre de abrigo del puerto de Arrecife. ¿Hacía falta cargarse la rueda de prensa del Cabildo para semejante anuncio? Está claro que no. Y no es que lo pensemos nosotros, es que lo piensan muchos representantes del PP, algunos de los cuales, nos consta, lo expresaron en los grupos que tienen para comentar los temas del día. ¿Ha quedado la cosa en simple anécdota? Mucho nos tememos que tampoco. ¿Autorizó Astrid Pérez la suspensión de una rueda de prensa para que se pudiera celebrar la otra? Sí. ¿Hay más gente cabreada con la presidenta que con el senador y a su vez (vaya ascenso meteórico) secretario general? Sí. ¿Alguien está tomando nota de todo esto y está pasando información a Asier Antona y a su gente? También.

Joel Delgado vende como imagen de marca lo mucho que aprendió de su mentor, Cándido Reguera, ese que cuando estaba en el Ayuntamiento movió cielos y tierra para que dejara de nadar con las orcas del Loro Parque y tomara posesión de su acta de concejal. Bendita la hora, pensarán algunos. Y hace bien Delgado en mantener viva la imagen del bueno de Cándido y en mantener viva la obsesión que tenía el ex alcalde de Arrecife con los medios. Porque los que conocieron al ilustre político del PP saben que Cándido amaba su profesión de político y amaba el contacto con los medios de comunicación, a los que daba una terrible importancia. La diferencia, y es en lo que debe mejorar el inexperto senador, es que Cándido tenía un profundo respeto por el trabajo de los medios y cuidaba mucho el trato que mantenía con todos, ya fueran grandes o chicos, poderosos o de escasa influencia. Cuidaba sobre todo el trato con las personas que trabajaban en los medios, al fin y al cabo lo verdaderamente importante que existe dentro de cualquier proyecto de comunicación.

Porque en el fondo de la cuestión Delgado tiene razón: su misión es defender los intereses de Lanzarote, y tratar de que Luis Ibarra y la gente de Las Palmas, que no son precisamente amigos de la Isla, se salgan con la suya. Ahora, de vez en cuando debería aplicarse el vísteme despacio que tengo prisa y el no creer que actuando como un elefante entrando en una cacharrería se llega antes y de mejor forma a los sitios. A este joven/viejo político (joven por la edad y viejo por las mañas que emplea) todavía le queda mucho que aprender, aunque a tenor de los últimos acontecimientos muchos empiezan a pensar que no tiene muchas ganas de dejar que le enseñen aquellos que es obvio que saben más que él. Bastaba con que hubiera respetado el trabajo de sus compañeros del Cabildo y hubiera mandado una nota de prensa aclarando las veces que quisiera aclarar que él también formaba parte del acuerdo entre Ibarra y Llorca, y que él y sólo él era el responsable de que finalmente la obra del cierre de abrigo se vaya a sacar a concurso en 2017 y se vaya a ejecutar en 2018. Así, se habría evitado que un día de estos le rebote en la cara el enorme enfado que tienen algunos de los que no entienden por qué hizo lo que hizo y por qué la presidenta insular lo consintió.

En el PP hay un grupo importante de personas descontentas que por múltiples razones no quieren ni aparecer en los medios, muchos ya ni por el partido. Son, curiosamente, el grueso del pelotón que apoyó a Asier Antona de forma oficial y de forma extraoficial para que fuera presidente, cosa que saben y conocen fuera de la Isla. Algunos por cierto podrían haber entrado en los muchos cargos que se iban a repartir en el Gobierno si el PP hubiera tenido una estrategia más acertada, otros no. ¿Está todo el pescado vendido, toda esta gente está quieta? Sabemos que no, y que es probable que en breve haya novedades.

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