En este mundo de la política de Lanzarote ocurren cosas que son difíciles de explicar. Es el caso del papel desempeñado por el Mercocanario, que no es otro que el joven y algunos dicen que brillante representante del Partido Popular (PP) Armando Santana. Hace unos días nos contaron que a Mercocanario le habían echado del puestito de trabajo que le habían encontrado tras las últimas elecciones locales y autonómicas, el de delegado de Mercocanarias en Lanzarote. Como saben, fuimos los primeros en apostar por esta persona, que nos hizo ver que era tan trabajador y tan brillante como locuaz y erudito. Poco a poco nos fuimos dando cuenta de que había cosas que no cuadraban, sobre todo por sus extraños juegos de mesa, los cuales nunca llegamos a entender demasiado bien. Pero en fin, esa es otra historia. Con lo de Mercocanarias no queríamos especular, y acudimos a la fuente, al propio Armando Santana, que hizo unas declaraciones en Crónicas, ya publicadas, en las que asegura que “renunció” al cargo porque Mercocanarias en Lanzarote no es más que un “almacén de papas”. ¡Chiquito lumbreras! Eso ya lo sabíamos todos. Precisamente se suponía que le habían colocado en el puesto para que hiciera el milagro del cambio. De hecho, si no nos equivocamos, se comprometió al menos a intentarlo. ¿Qué ha ocurrido en un año para que se haya cansado, realmente se ha preocupado de intentar que la cosa cambie? Pues él dice que sí, aunque, guiándonos por otras cosas que también nos dijo en su día, tenemos que poner en duda algunos aspectos de sus manifestaciones. El muchacho, que ahora realiza un programa de televisión en compañía de Pepe Pérez Dorta, está convencido de que Mercocanarias sólo funciona en Gran Canaria y Tenerife. Así, dice que ante el olvido del sector primario de la Isla no encontraba una razón para permanecer en la empresa pública. ¡Échenle guindas al pavo, que nosotros se las echaremos a la pava!
