El parlamentario regional Alejandro Díaz estaba este lunes más cabreado que un chino cabreado. La razón, según nos cuenta, la interesada filtración que la presidenta de la gestora del Partido Popular (PP), Loly Luzardo, hizo a algunos medios de la supuesta expulsión determinada por el Comité Regional de Derechos y Garantías que preside el también lanzaroteño Fernando Figuereo. El enfado tiene mucho que ver además con el enfoque dado al tema, porque, como ya adelantó en primicia este diario, el Comité Regional ya había determinado la expulsión del ex presidente del PP antes de que comenzara la polémica sesión que el implicado grabó en vídeo, sesión en la que el señor Figuereo demostró el poco cariño que siente por el que todavía es su compañero. De hecho, Alejandro Díaz subraya a todo el que le pregunta por el caso que él sigue siendo miembro del PP, puesto que lo que hace el Comité Regional de Derechos y Garantías no es más que una “propuesta” para que el Comité Nacional la ratifique o la rechace. Por tanto, todavía no está expulsado. Además, estamos en condiciones de adelantar que alguien se puede llevar una sorpresa con este asunto. Si las cosas en la calle Génova no han cambiado en estos días, el caso de Alejandro Díaz podría ser por una vez y sin que sirva de precedente muy distinto al de otros a los que no se llegó ni siquiera a escuchar. Que alguien eche mano de las hemerotecas y rescate una carta que se le envió a Rafael de León en su día. A partir de ahí sabrá qué es lo que ha podido suceder, qué tipo de contactos se han hecho y cuál puede ser el resultado final.
EL ENFADO POR LA NO EXPULSIÓN DE DON ALEJANDRO
17 de octubre de 2006, 14:05