Menudo cabreo que tenía José Luís Uribarri el pasado sábado por la noche cuando se enteró de que “El Chicki Chicki”, la canción que hicieron de coña los integrantes del equipo de Buenafuente, va a ser la que representará a España en el descastado festival de Eurovisión. Cabreo porque el experto en este rancio festival, en el que es imposible que gane un país que no forme parte del conjunto de infinitos países en los que quedaron divididas las grandes potencias del otro lado del Telón de Acero, no comprende que por votación popular pueda ir una canción hecha por y para reírse del mundo. “Qué pensarán los franceses o los ingleses cuando vean eso”, debió decir por lo bajini Uribarri. Lo que también se dijo, y mucho, es que el resultado es el que es porque así lo ha determinado el voto de la gente a través de Internet. Y, claro, aquí es cuando nos surge la duda, ¿cómo habrán hecho en la organización para evitar las visitas robotizadas? ¿No se acuerdan de que fue la excusa que puso el socialista Carlos Espino para que no se pudieran dar los datos oficiales de visitas a las páginas de Internet de Lanzarote? Debe ser que en Televisión Española han descubierto un sistema que evita el voto robotizado. Preguntaremos cómo lo hacen.
EL CHICKI CHICKI Y ESPINO
11 de marzo de 2008, 7:11