jueves. 05.06.2025

Tal vez deberíamos dejar de ocuparnos de determinados personajes. Es el caso del Bolchevique, cuyo peso como persona y como trabajador es inversamente proporcional al que tiene Doña Rita como brillante política. Vamos, que el Bolchevique es mala persona y de lo de trabajar más bien poco, por no decir nada. Lo malo para nosotros es que este personaje, acostumbrado como es triste fama a morder una y otra vez la mano de quien le dio de comer, la mano de quien le salvó el pescuezo en un momento en el que le habían dejado tirado en la calle como el despojo que era, está obsesionado con todo lo que sucede por aquí. Es más, les podemos contar, como última aportación a sus boberías, que recientemente se le vio en una “guapa” comida rodeado de los que él entiende que son sus amigos. En esa “guapa” comida se habló de muchas cosas, y, como siempre, el ilustre Bolchevique sacó a relucir su conocida animadversión hacia nosotros. ¿Qué le hemos hecho a este personaje? Pues además de destapar sus vergüenzas y la de aquellos que le protegen, que son unos cuantos, nada de nada. Pero así sigue, con la lengua afilada, pensando que todo esto no le va a pasar factura en el futuro. Aquí en Lanzarote nos conocemos todos, Bolchevique, y el viento político cambia de un día para otro que es una barbaridad. Por cierto, que nos dice un pajarito que están a punto de aparecer determinados papelitos que implican al Bolchevique y a sus amiguitos más cercanos en un asunto feo, muy feo. Se habla de extrañas conexiones político-empresariales. ¿Tenemos otro escándalo a la vista?

EL BOLCHEVIQUE Y SUS MEMECES
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