Les contamos hoy la historia del Belillo -con “b” de burro-, y de sus múltiples y sucesivas desgracias, a punto en próximas fechas de concretarse en determinado acontecimiento para el que ya se está preparando en compañía de la Ratita Meona y del Gato Cagalera. El Belillo ha hecho muchas, muchísimas, a pesar de lo cual sigue teniendo a estos dos personajes detrás de él, tan fieles como son los fieles que estos días han ido de verdad a realizar sus ofrendas frente a la ermita de Los Dolores, en Mancha Blanca, sí, ahí, donde los polémicos baños. Bueno, sabemos que dentro de unos días el Belillo va a recibir determinadas noticias que no le van a sentar nada bien. Algunos creen que hay que dosificar la información para evitar posibles infartos, porque el hombre no está ya para muchos trotes. De hecho, si no se muere de esta, Dios no lo quiera, es de verdadero milagro. Muchos creen que cuando le llegue esta última noticia se quedará recluido para siempre, dejará de hacer de las suyas. Otros no son tan optimistas. Para los lectores más despiertos y que hayan cogido el acertijo, que estén atentos al antiguo día de La Raza. Por ahí van los tiros.
EL BELILLO QUE VIENE
20 de septiembre de 2006, 14:15