Que conste de antemano que no compartimos el cabreo que tenía este lunes Alejandro Díaz por la interesada filtración que la presidenta de la Gestora del Partido Popular (PP), Loly Luzardo, hizo de la “propuesta” de expulsión del ex presidente de los populares. Y no compartimos el cabreo porque a nosotros ya ni nos va ni nos viene la forma que tienen algunos de manejar la información. Ahora bien, eso no quita, Doña Loly, para que sigamos manteniendo la postura crítica que ya hemos mantenido con usted en dos, tres, cuatro y hasta diez ocasiones. La razón es la forma en la que se ha agarrado al machito de la Gestora, cómo sigue al dictado todo lo que le dice su jefe, el señor Soria, beneficie o no beneficie a Lanzarote, cómo está ahí simplemente para perpetuarse en los cargos públicos que en esta legislatura ya ha gozado por duplicado, tanto en el Ayuntamiento de Arrecife como en el Cabildo. Sabemos cuáles son los planes de su jefe para Lanzarote, y nos sorprende cómo usted no ha tenido el valor de decirle que se está arrinconando y olvidando a personas tremendamente valiosas, que dan la cara por el PP un día sí y otro también, incluso cuando dar la cara por el PP es ciertamente complicado. Nos referimos a gente como el portavoz en Yaiza, José Carlos Rojas, al que se le ningunea simplemente por ser honesto y decir en voz alta lo que piensa él y piensan otros muchos que no se atreven a abrir la boca. Nos referimos a gente como el concejal de Arrecife Eugenio Hernández, al que sabemos que quieren apartar de los primeros puestos de la lista habiendo sido un auténtico puntal en su puesto, tanto cuando estuvo en el grupo de gobierno como cuando está en la oposición. No se preocupe, Doña Loly, que seguirá teniendo noticias nuestras, seguiremos hablando de su particular concepto de la democracia interna y externa.
DOÑA LOLY Y LA RENOVACIÓN
18 de octubre de 2006, 14:21