Nos vuelven a contar unos buenos amigos que Don Elvis está más pesado que nunca con eso de montar un grupo musical. De momento tiene claro que él quiere ser la voz solista, y tan solista, y que quiere tener en la percusión a Don Pepa. Don Pepa ya ha aceptado. Lo malo para Don Elvis es que una banda se compone de más gente, y mucho nos tememos que va a tener enormes dificultades para encontrar a alguien dispuesto a seguir su particular ritmo. Parece que había un empresario lanzaroteño muy conocido, don Luís Rivero, que se iba a incorporar a la banda, pero finalmente, por suerte para él, se ha desmarcado. De todos modos, le decimos al bueno de Don Luís que tenga mucho cuidado, que vigile la espalda. Al acecho está El Petudo “Ladrón”, que, como las hienas, es peligroso cuando se siente crecido. Este asesor del carajo, que donde pone la zarpa pone el fracaso, está detrás de una estrategia que como todas las que planifica le va a salir bastante mal. Por cierto, que El Petudo, aficionado a copiar no sólo estilos sino contenidos, no se da cuenta de que los demás jamás pueden copiarle a él. La vulgaridad, la chabacanería y las tonterías no se copian.
