Están tan contentos los socialistas con la labor de Don Carlos Espino que no nos extrañaría nada que le propusieran para presidente del partido... O más, tal vez para ministro. Eso los que le quieren, porque los que no le quieren también le propondrían para ministro, pero para que se vaya de Lanzarote de una vez por todas. Decía este martes Bienvenido Saavedra en el programa El Despertador que dirige y presenta con increíble tozudez Agustín Acosta -lo decimos por el empeño que tienen algunos en que lo deje y la resistencia que el decano de la prensa insular presenta- que se ha reunido con numerosos dirigentes socialistas que le han expresado en privado (no se atreven a hacerlo en público) que no sólo no están de acuerdo con lo que ha hecho Don Carlos, dentro de esa estrategia que parece perfectamente diseñada por él y otros más que no son Manuela Armas (¿dónde está la presidenta, por cierto?), sino que están bastante enfadados porque se ha saltado a la torera a todos los órganos internos del partido. Tanto es así que la Comisión Ejecutiva Insular no analizó el asunto hasta este lunes por la noche, es decir, una semana después de que Don Carlos participara en el polémico reportaje. Ojo por cierto que la cosa no termina aquí, que hay segundas y terceras partes de esta historia. Parece que no se nos ha contado todo lo que se nos tenía que contar.
