Y como le nombramos unos renglones antes, vamos a hablar brevemente de él. Nos referimos a Alejandro Díaz, al que hemos podido ver en estos días después de su paso por el Parlamento mostrando una serenidad fuera de lo común, todo a pesar de la que está cayendo. Esta semana dio la cara en la Cámara autonómica, y mantuvo firme su postura, como ya había anunciado a este diario. Sabemos que don Alejandro está recopilando información y documentos para que lo que sabe no termine en un contenedor por el interés de alguno que parece empeñado en ocultar cosas o en pasar página sin que se arme demasiado lío. También sabemos, y lo hemos contado varias veces, que Alejandro Díaz sigue recibiendo importantes y cuantiosas ofertas políticas, ofertas de la más variada índole que de momento va a rechazar porque su idea no es otra que la de abandonar el PP y abandonar la política. También sabemos que su amistad con el Marqués de La Oliva, con Domingo González Arroyo, está influyendo notablemente en su decisión, como está influyendo en su idea de no hacer demasiado ruido. Mientras el Marqués se mantenga fiel al PP, él seguirá manteniendo la actitud que ha mantenido hasta ahora. Si el Marqués cambia de idea, la cosa se puede enredar. Todo se verá, y de momento no vamos a contar más porque aquí tenemos mucho respeto por la palabra dada.
