Los trabajadores del Ayuntamiento de Arrecife, ya lo adelantábamos ayer en esta casa, han decidido salir a la opinión pública para denunciar el mamoneo que llevan padeciendo desde hace muchos años, mamoneo que a su juicio continúa. Se refieren al tema de las contrataciones a dedo, a los enchufes. Se refieren al injustificado y constante aumento de los gastos de personal, a la contratación de asesores que no se asesoran ni a sí mismos. Se refieren a los casos de acoso laboral que se han producido y que están rebotando a la institución en forma de sentencias y en forma de indemnizaciones. Se refieren al hecho de que ningún ciudadano que no esté afiliado a uno de los grandes partidos tenga posibilidad de acceder a un empleo público... ¿Y está pasando esto sólo en el Ayuntamiento de Arrecife? Está claro que no. Por desgracia es un terrible mal generalizado, un cáncer difícil de extirpar que está terminando con la solvencia de los órganos creados para gestionar nuestro dinero, el de todos los ciudadanos. Las instituciones de esta isla van camino de ser únicamente oficinas de empleo; vamos camino de ver cómo todo el dinero que se recauda a través de los cada vez más costosos impuestos se destina exclusivamente a pagar al personal y a cumplir con los gastos corrientes, entre los que se incluyen por cierto escandalosas facturas de teléfono. Tiempo al tiempo.
