Juan Ramírez -(conocido por el apelativo cariñoso del bonito del norte)- no ha pasado a mejor vida política, sigue vivito y coleando y se nos muestra como la referencia válida del popular partido de Doña Lola en el valle de las palmeras. Resulta ser que días pasados Juan Ramírez departía con euforia y rigor con Doña Dolores y Don Fernando Figuereo en un Restaurante de la Calle General Balmés de esta ciudad todavía llamada Arrecife, ¿Que de qué hablaron?. Lo sabemos y lo callamos por aquello de la indigestión como sabemos lo que en otro lugar distinto y distante de éste “paliqueaban” el “pintinilla”, el “chorrillo” y “Don Palla” -(nada que ver con la Papaya)- y en este caso si no lo mostramos a la curiosidad pública es porque nos da asquito. Atentos a unos “estampidos” que pueden aflorar con estrépito mejor que van aflorar, en una “reunencia” política del viernes, a propósito de viajes por cuenta ajena y con réditos espurios.
Doña Dolores tenga cuidadito, no juegue con dos cartas pues amén de ser poco serio la pueden descubrir y entonces..........
