miércoles. 30.04.2025

Mucha gente se pregunta en estos momentos si Antonio Hernández se arrepiente de lo que dijo en la 95.8, si piensa que se pasó. Nosotros sabemos de fuentes absolutamente solventes que no se arrepiente lo más mínimo. Es más, parece como si se hubiera quitado un peso de encima. Es como el globo que tiene más aire del que le cabe en las tripas y termina estallando. Y eso fue lo que hizo el presidente del PIL, estallar. En sus manifestaciones fue más lejos de lo esperado, habló de no continuar en política si su partido no le apoyaba en una decisión que parece tener meditada, la de romper con aquellos con los que no ha podido gobernar, con aquellos que le han estado poniendo zancadillas de forma constante, y no sólo a él, a sus compañeros. Repetimos las mismas preguntas que lanzábamos en la anterior edición: ¿estamos ante el principio del fin del pacto en todo el ámbito insular? Pues parece que sí, como ya les veníamos contando, más escuchando el apoyo y las ganas de cambiar las cosas que tienen por ejemplo la gente del sur, de Yaiza, con Gladys Acuña a la cabeza; ¿va a haber mociones de censura? Pues parece que también, aunque en la política lanzaroteña es imposible pronosticar nada sin riesgo al error. La prudencia nos lleva a tener que esperar a lo que suceda en la reunión del Consejo Político del PIL que se celebra este sábado en Arrecife. Sin embargo, sabemos cuál va a ser más o menos la postura mayoritaria, especialmente la del primer teniente de alcalde. Si no cambian mucho las cosas, defenderá con ardor la ruptura del pacto. Por cierto, ¿qué están haciendo mientras tanto los socialistas, por qué no se ha producido ninguna reacción oficial, es que no les importa que planee la posibilidad de perder todas las instituciones en las que gobiernan? Pues sí les importa. De hecho, sabemos que ha habido intentos de reconducir la situación. Sabemos que algunos están más que preocupados ante la posibilidad de perder un cargo que creían seguro.

EL CONSEJO POLÍTICO DEL PIL
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