Doña “Auristelita” se le han puesto los ojos como “chicharos”. Hay es nada el saberse que se van a invertir en estas sedientas tierras nuestras cincuenta mil millones- (dicen que de pesetas, aunque, todo hay que decirlo, no se descarta que la cifra sea en euros lo que equivaldría a un billón, con “b” de burro, de esos que están en extinción en todas partes, salvo en las corporaciones)- . El hecho además de que la inversión de referencia no se produzca en sanidad, agua, servicios o energía eólica y si en el territorio ha despertado el apetito de aquellos-as que poseen lujosos maletines.
Afortunadamente el avaricioso don Pepa no está por estos pagos de dios porque sino se liaría un escándalo monumental. Sabemos que ante el zumbido de los dineros se ha montado un frente que quiere acabar con todo lo que sean reparos legales. Alguien dijo que ante la aparición de estos caudales milmillonarios lo mejor es apuntarse a la ONCE, o sea cerrar los ojos y extender las manos ¿Ustedes entienden? Si, hombre si, los de siempre quieren seguir poniéndose morados sin importarles un carajo los perjuicios que puedan propiciar a la colectividad.
Estén atentos a las evoluciones de conducta de “Auristelita” y sus desafinados mariachis.