Conocemos gente que actualmente se dedica a esto de la política que está en el mundo porque tiene que haber de todo. Como diría nuestro amigo Andrés Barreto, muy probablemente por falta de habitantes. Nos referimos a algún “cachiporro” y “cachiporra”, dos en concreto, a los que últimamente no les funcionan demasiado bien las pocas neuronas que tienen. Les han puesto delante en bandeja de plata un suculento plato y parece que no se lo quieren comer. ¿Por qué? Muy sencillo, porque estos dos cachiporros acomodados, a los que seguramente que se les sumará alguien más en breve, no tienen hambre. Ellos ya tienen saciada el hambre y la sed, y, como su inteligencia parece que no da para más, no piensan mirar por el beneficio común. Este tipo de comidas, estas ofertas, pasan una vez en la vida por delante de la puerta de uno. O se cogen, o se pierden para siempre. De momento no decimos más. Eso sí, que el redil está revuelto y más que lo va a estar por culpa de los cachiporros acomodados.
CACHIPORROS ACOMODADOS
24 de diciembre de 2007, 5:35