Este fin de semana hemos recibido todo tipo de mensajes a través de nuestro correo electrónico y a través de los foros que se abren en nuestra edición digital, cronicasdelanzarote.es, una página por cierto que en muy poco tiempo y gracias a una sociedad que sabe apreciar el trabajo bien hecho y el esfuerzo constante del grupo de periodistas que llenan de contenido sus muchas secciones está alcanzando un número de visitas diarias que al menos a nosotros nos tiene realmente asombrados. Bueno, entre los mensajes nos hemos tropezado con muchos que tienen que ver con la información que adelantó este diario sobre la ausencia del secretario general del Partido Socialista Canario (PSC) en la Isla, Manuel Fajardo, de la reunión de la Comisión Ejecutiva Insular que se había convocado para el viernes por la noche. Algunos de esos mensajes, sobre todo tres que se han enviado desde el mismo ordenador -hay que ser toletes para no saber a estas alturas tecnológicas que se puede saber perfectamente desde el lugar donde se envían los mensajes-, producen verdadero bochorno. Tratan de confundir y enredar algo que está tan claro como el agua clara. La información que se publicó hacía referencia a un hecho indudable, que la importante reunión de los socialistas, en la que se iba a analizar la situación política insular, se tuvo que celebrar con carácter no oficial porque su secretario general no acudió a la cita, y no lo hizo porque estaba en otro lugar de Lanzarote disfrutando suponemos que de una velada agradable en compañía de unos amigos. En ningún caso en este diario se ha tratado de empecatar a nadie, ni mucho menos cuestionar la actitud del máximo responsable de los socialistas lanzaroteños. Nuestra obligación es la de informar, sobre todo de los acontecimientos a los que se nos convoca. Y tenemos que decir que a la reunión de la Comisión Ejecutiva Insular se nos convocó, como suponemos que se convocó a la Televisión Autonómica, que fue el otro medio que estuvo en la rueda de prensa que tuvo que improvisar el secretario de Comunicación, Miguel González, prácticamente para no decir casi nada. Esto es todo, que nadie busque donde no hay nada que buscar.
