sábado. 20.04.2024
Historia es exactamente lo que se escribió, pero ignoramos si es lo que sucedió. E. J. Poncela

Análisis Literario.

Mario Crespi

Hay una terminación que debería eliminarse de los idiomas y es “ismo”. Origen de todas las guerras y diferencias de la humanidad. Nacionalismo, patriotismo, imperialismo, socialismo son solo unos pocos ejemplos de sentido social; agreguemos a esos todos los de sentido religioso como el fundamentalismo, sionismo, cristianismo, etc. y etc. Una infinidad de diferentes visiones del mundo y la realidad que nos han conducido a esa incomprensible irrealidad que es la guerra. Por un trozo de tierra, por una imaginaria línea en un mapa, por una distinta visión del mismo Dios, el hombre se ha matado a sí mismo desde el comienzo de la historia. Que absurdo logro para quien se considera el animal superior de la creación. El resto de los animales luchan por su pareja o por el territorio que es estrictamente necesario para su alimentación. Pero el hombre lucha por ilusiones. O quizás, solo por intereses económicos. ¿Quien lucra con toda esa destrucción? ¿Quien puede sentirse orgulloso de haber participado en ese asesinato colectivo? Banderas, escudos, convocatorias, proclamas, todos elementos vacíos de contenido para justificar o festejar la matanza indiscriminada de personas simples como uno mismo. Esos, irónicamente llamados, grandes hombres de la historia que con sus pensamientos y discursos han llevado as la muerte a millones de seres humanos, no deberían ser homenajeados sino condenados. ¿Que valor tienen las obras de estos hombres que acaban con todas las demás? Encumbrados cuando salen vencedores y denostados cuando son derrotados Ya que la historia la escribe el triunfador. Irrisoria diferencia que los transforma en aves de presa que se alimentan de los restos y carroñas que sobran al final de la guerra. El fin ultimo que busca el hombre como entidad individual es la felicidad y esta difícilmente se alcance matando al vecino porque codiciemos su jardín o no le comprendamos su lenguaje o adoremos ídolos diferentes. Que parte de la felicidad gana el vencedor con la vida que nos quita. Reflexionemos y veamos la guerra tal cual es. Brutal y sin sentido.

Rincon de la Poesía

Chacales del dinero

Chacales de corbata

putrefactos en el alma

solo les gusta la calma

que les procura el terror

entonces siembran dolor

inventando negras guerras.

Y van por la vida alegres

vendiendo odios y bombas

con un discurso falaz

que para conservar la paz

es necesaria la muerte.

Y no escapan a su crimen

mujeres niños y ancianos

que juntando la manos

a tiempo de pedir perdón

entregan su vida al diablo.

Yo no tengo respuestas

a estas guerras y desespero

de pensar que es el dinero

el maldito corruptor.

Jaime León Cuadra

Un relato de desesperación, de angustia y horror. Un desengaño amoroso en esa época romántica de 1920 lleva al protagonista a ser parte y quizás la peor parte de ese acto de insanía que es la guerra. Cualquier guerra, pues no hay ninguna romántica ni realizada con honor. Todo es brutal como bien lo muestra Lorenzo Silva en este cruento y descarnado relato desde la guerra de Marruecos hasta la Guerra Civil. Nos introduce en la mente, sino enferma por lo menos descarriada de Faura. Nos da un respiro romántico en su reencuentro con su gran amor y nos ataca brutalmente cuando nos hace acompañar al ahora frío y resignado defensor de la Republica. Este antihéroe nos confirma en un pensamiento ¿que gana el vencedor con tanta destrucción? Una gran y brutal novela ante la cual es imposible permanecer indiferente.

Lorenzo Silva. Madrid 1966. Abogado, escritor de relatos, articulista, guionista de cine, colaborador de prensa. Sus libros han obtenido numerosos premios. Autor de “El lejano país de los estanques”, “El alquimista impaciente”, “Del rif al Yebala”.

Un ejecutivo de la minería contrata a un grupo de mercenarios para derrocar el gobierno de un país de África para así poder instalar un gobierno títere, que le permitiera un acceso fácil a una importante riqueza mineral. En esta novela Forsyth refleja todas las experiencias que a lo largo de los años fue acumulando como corresponsal, principalmente en lo referente a la descolonización realizada por el Imperio británico en África. Hace un retrato de la corrupción y escandalosa administración surgida en estos países a raíz del desgobierno, así como de las presiones ejercidas por los lobbies empresariales de las metrópolis, haciéndolo con un total realismo y verosimilitud tal y como lo avalan situaciones no demasiado lejanas en el tiempo. Muy documentada sobre la contratación y logística de los mercenarios. Una casi realidad.

Frederick Forsyth. Ashford 1938.Piloto de Royal Air Force, reportero en un pequeño periódico pasó luego a trabajar para Reuters y la BBC, corresponsal de guerra en África. Escribe utilizando técnicas de investigación periodística. Autor de “El día del Chacal”, “La alternativa del Diablo”.

Los desnudos y los muertos, obra basada en sus propias experiencias durante la guerra en el Pacifico, es considerada una de las mejores novelas sobre la 2º Guerra Mundial. Una patrulla de jóvenes soldados que forman un microcosmos de la sociedad americana, es enviada en una misión de reconocimiento, una larga marcha por un terreno desconocido en un islote del Pacífico. Un universo cerrado donde rigen leyes y sentimientos muy diferentes de los de la vida de los civiles, que acabará en una pesadilla de abyección y heroísmo, posiblemente tan gratuita como la guerra misma. Empujados al último límite, permanentemente desnudos ante la muerte, estos jóvenes cuestionaran las verdades del pasado y la vigencia de los ideales americanos, viven obsesionados por el sexo y padecen y hacen padecer a otros las corrupciones y arbitrariedades del poder.

Norman Mailer. New Jersey 1923. Estudió en Harvard y en la Sorbona, luchó en el Pacifico durante la 2º Guerra Mundial, guionista en Hollywood. Premio Pulitzer. Autor de Los tipos duros no bailan, La canción del verdugo, Un sueño americano, El prisionero del sexo.

Análisis Literario.
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