sábado. 20.04.2024
Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano. Martin Luther King

Análisis Literario

Mario Crespi

Lo más admirable en un escritor es que de la nada, crea algo. A pesar de que uno de los principios de la física, según Lavoisier, dice “ nada se crea, nada se destruye, todo se transforma”, este eximio mago-escritor saca de su galera, aparentemente vacía, innumerables y hermosísimos conejos.

Muchas veces en un libro uno identifica personajes lugares y situaciones.

Todos tenemos una historia que contar. A quien no le ha acontecido algo gracioso, trágico o ha tenido una aventura digna de ser relatada.

Nuestros romances, nuestro día a día, nuestros sufrimientos, pueden dar tema y lo han dado a tantos escritores, ya que en muchos casos la vida real es una fuente inacabable de inspiración.

Pero otras veces su imaginación explota y en un destello de luz, como si fuera un dios de la antigüedad, surge algo tan único y distinto que nos llena de asombro.

Eso es lo que distingue a un escritor de nosotros, simples mortales, que lo más que podemos hacer es jugar con las palabras.

Desde que el primer libro fué escrito hasta nuestros días se han gastado océanos de tinta, y bosques de árboles transformados en papel, volcados en cientos de miles de obras que, independientemente de su éxito, impacto o atractivo, han aportado algo a la humanidad.

Y son el resultado de un esforzado intento de realizar algo en pro del ser humano, porque aunque a uno le parezca algo sencillo, escribir es una tarea que requiere un esfuerzo y una dedicación inmensa. Hay novelas que han llevado años para ser acabadas.

Ya sea como enseñanza o entretenimiento, nos han trasmitido un mensaje, y de ellas hemos aprendido, nos hemos emocionado, llorado, reído, sufrido.

Un libro puede agradar o no, pero nunca nos dejará indiferentes y por eso a pesar de todos los avances técnico de la civilización, de la estupidez cultural de la televisión, y de toda esa avalancha publicitaria de cosas que no nos aportan nada, la lectura sigue siendo uno de los mejores entretenimientos que el hombre a inventado.

Es la herencia cultural que dejaremos.

Rincón de la Poesía

Volar.

Volar es para los pájaros,

que son libres.

Amar.

Amar es para los hombres,

que lo quieren ser.

Si no puedo volar,

y no me dejan amar,

para ser libre,

¿qué camino usar?

El sonido del silencio,

yo ya lo he escuchado.

El grito de la vida,

yo ya lo he sentido.

La carga del camino,

muchas veces me ha cansado.

Pero este sacrificio,

sin premio establecido,

lo pago sin dudar.

Algún día con valor

saldré a la luz del día,

sentiré y me mostraré.

No soy tan feo.

Este excelente escritor vuelca su profunda y particular visión de la humanidad en una colonia de conejos silvestres.

“La colina de Watership” rechazada por varias editoriales, cuando ser publicó vendió mas de un millón de copias en tiempo record. Nacida originariamente de un relato que el autor hizo a sus sobrinos durante un largo viaje en coche, la obra, pese a estar protagonizada exclusivamente por animales, asocia sus reacciones y estructura social a las de ese otro animal evolucionado que es el ser humano. Tiene el tono de una narración épica antigua, pero también encierra una crítica sombría y desesperanzada de las relaciones de poder, un alegato ecológico de extraordinaria eficacia y una reflexión serena y amarga, de resonancias estoicas, acerca de la dureza de la vida y la aceptación de lo inevitable de la muerte. Lectura interesante.

Richard George Adams.

Beerkshire, Inglaterra 1920.

Sirvió en el Ejercito Británico de 1940 a 1946. Estudió en Oxford, trabajó en el departamento de Agricultura y luego en el de Medio Ambiente. Comenzó su trabajo de escritor en 1972. Autor de Shardick, Los perros perseguidos.

Para muchos José Saramago, con su laberíntico estilo, es de muy complicada lectura y no los voy a contradecir. No es fácil leerlo.

Pero, y en la vida siempre hay peros, les voy a recomendar una de sus obras que es un conjunto de cuentos cortos y como tales son amenos y se leen rápido. Casi un Objeto es el título de la obra. Con una salvedad, el primero de esos cuentos dedicado a la caída de Salazar debería leerse por último pues es un claro ejemplo de ese recurrente estilo que da vueltas en si mismo y que mucha gente que lo ha leído lo encuentra un “rollo” por utilizar esa frase de tanto arraigo popular. Salvado ese primer obstáculo encontraremos a un maestro del uso, del lenguaje y la imaginación. Obsesiones, dedicación temores y un fino humor que nos hace ver a este escritor con otros ojos. Más amables.

José (Sousa) Saramago.

Azinhaga, Portugal 1922.

Autodidacta, estudió leyendo los clásicos. Colaborador periodístico, sufre persecución política durante la dictadura de Salazar. Innumerables premios incluyendo el Premio Nóbel. Autor de Cuadernos de Lanzarote,Todos los nombres, Memorial del Convento.

Esta pequeña gran obra poética nos obliga a ver con otros ojos a esa estridente y gritona ave, que de muy elegante en su vuelo, pasa a ser una hurgadora de basura en tierra.

Una alegoría mesiánica, donde encontramos algo que nos toca en lo más profundo, elevarse sin interés, solo por superarse o estar más cerca de Dios, del infinito o de como cada uno vea o quiera llamar a esa iluminación espiritual.

Juan se siente diferente y pretende liberar a sus hermanos de esa condición de masa barullenta y quiere que vuelen más alto y mejor. Tratado como un loco es expulsado de su grupo y emprende un viaje solitario que al fin lo llevará a encontrar a sus iguales.

Hay quien considera este otro libro de autoayuda. No lo es. Es un canto de alegría y superación de los imposibles marcados por el hábito. Marcante.

Richard Bach.

Illinois 1929.

Graduado como mecánico de aviones, piloto de las fuerzas aéreas estadounidenses. En esa época escribe artículos de aviación. Volar es su religión. Es autor de varios libros sobre vuelos y otros espirituales como Ilusiones.

Análisis Literario
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