El problema de los temas que acaban en los tribunales de justicia es que la mayoría de los ciudadanos se olvidan de ellos. Muchos, por no decir la mayoría, ni siquiera se acordaban de que colectivos tan importantes como la Fundación César Manrique o Ciudadanos por Arrecife no sólo se opusieron a lo que se hizo en el antiguo parque Islas Canarias sino que llevaron el asunto a los tribunales de justicia. Es normal que la gente no se acuerde, sobre todo cuando se trata de una obra que está absolutamente consolidada y que ya forma parte del día a día de este lugar.
Pero la justicia es lenta, a veces perezosa, pero siempre -o casi siempre- llega. Para muestra un botón vinculado también con el parque Islas Canarias y con los aparcamientos, el caso del ex secretario del Ayuntamiento de Arrecife Felipe Fernández Camero, que fue apartado del ejercicio de su cargo precisamente por participar de la sociedad que se creó a los efectos.
Este viernes, tal y como adelantaron en primicia informativa Lanzarote Radio y la edición digital de nuestro periódico, www.cronicasdelanzarote.es, se supo que la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha dictado sentencia a favor de las tesis de la Fundación, que en su día solicitó en los tribunales la anulación de las licencias de apertura y obras del aparcamiento del Parque Islas Canarias, localizado en el subterráneo del Arrecife Gran Hotel.
Inmediatamente después, como es lógico, se fueron sucediendo las reacciones. La primera, la del Partido Nacionalista de Lanzarote (PNL), que envió un comunicado de prensa en el que responsabiliza directamente a la alcaldesa de Arrecife, María Isabel Déniz, de la nulidad de las licencias.
La alcaldesa, que también era la máxima responsable de la Corporación capitalina cuando se concedieron los permisos, se siente de momento tranquila, y asegura que todo se debe a un “error”.
Con error o sin él, lo cierto es que al final triunfa la tesis de los hechos consumados. La justicia va por un lado y la realidad por otro, porque ese aparcamiento lleva ya funcionando desde hace mucho tiempo, con licencia legal o sin ella.