jueves. 15.05.2025

En el programa “El Despertador” de Lanzarote Radio se están dedicando parte de sus tertulias a analizar la situación del principal motor de la economía de la Isla: el turismo. La conclusión es que la cosa no está nada bien, más bien al contrario. En semanas anteriores este diario hizo referencia a estos interesantes debates. Insistimos en que son muchas las cuestiones importantes que se manejaron, alguna de las cuales tienen que despertar la atención de todos los que se preocupan por la situación de la economía insular.

Este lunes se habló de dos asuntos prioritarios: el destino que los empresarios están dando al dinero que tiene que haber en la Reserva Canaria de Inversiones (RIC) y el crecimiento turístico de nuestro vecino y no siempre amigo Marruecos.

La conclusión primordial es que Marruecos está creciendo mucho y que además lo está haciendo curiosamente con dinero canario, con la inversión que están haciendo muchos empresarios de las Islas que están destinando los beneficios que obtienen de la RIC a construir grandes complejos alojativos en un lugar que puede empezar a ser seria competencia para el Archipiélago.

Sin embargo -en este asunto no están de acuerdo todos los expertos-, no está demasiado claro que Marruecos pueda ser rival directo de las Islas, al menos un rival que motive una preocupación excesiva por parte de los responsables de crear las políticas a seguir en el sector. Las razones que esgrimen los que defienden esta teoría son múltiples y variadas, y tienen que ver sobre todo con la diferencia que hoy por hoy existe entre viajar a un lugar que pertenece a la civilizada Europa o viajar a un lugar que pertenece a la siempre agitada África.

No es sencillo resolver el asunto, aunque sí que parece sencillo censurar que los empresarios canarios estén destinando el dinero de la RIC a estos fines y no lo destinen a la reconversión de la planta alojativa obsoleta, por poner un ejemplo sencillo.

En estas interesantes tertulias, además, entre otras cosas se ha confirmado que en estos momentos se están pagando precios por pasar una noche en Lanzarote de hace veinte años. Tanto el presidente como el vicepresidente de Asolan confirman estos extremos, a pesar de lo cual lanzan mensajes de optimismo de cara al futuro próximo. De todos modos, el tema sigue pareciendo grave, y la pregunta que cualquiera se tiene que hacer es sencilla: ¿cómo es posible con lo que ha subido el costo de la vida en dos décadas que se siga pagando lo mismo, los hoteleros de antes ganaban mucho dinero y los de ahora no ganan nada? Pues algo así es lo que está sucediendo, que el margen de beneficio se ha reducido enormemente.

Otro de los contertulios, Eduardo Álvarez, secretario general del Partido Liberal de Lanzarote y hasta no hace mucho presidente de una de las asociaciones de la Federación de Empresarios Turísticos (AETUR), apuntó otro dato importante, la peligrosa propagación del sistema del “todo incluido” y el daño que está ocasionando al sector que antes vivía de forma paralela y holgada alrededor de los hoteles.

De hecho, tanto Álvarez como Martínez coincidieron en subrayar lo negro que se divisa el panorama turístico en una zona deprimida como es Costa Teguise, donde de momento nadie encuentra las fórmulas adecuadas para corregir su torcido rumbo. Con ellos ha coincidido estos días el presidente de Aetur, Victoriano Elvira, que ha pedido incluso la lógica e inminente implicación de la Administración.

Francisco Armas habló en su discurso de reelección al frente de la patronal alojativa de varias cuestiones importantes, y se refirió precisamente a esta situación. La patronal hotelera tiene por norma no hablar de crisis en el sector, principalmente porque conocen de la voracidad de los touroperadores, atentos a cualquier signo de debilidad para apretar más las tuercas de lo que lo hacen habitualmente. Sin embargo, de una forma mucho menos clara de lo que se hace en la otra gran patronal turística, Aetur, los hoteleros ya han empezado a dar sus toques de atención, hablando de algo tan importante como es la Sociedad de Promoción Exterior.

Lo que está claro es que entre todos hay que hacer un soberano esfuerzo por cambiar la tendencia actual, algo que parece que se está haciendo. Hay que buscar más calidad y tal vez menos cantidad, porque la cantidad parece que sigue estando asegurada, aunque se hace difícil su reparto con la enorme proliferación de centros alojativos legales e ilegales.

En otro momento habrá que analizar otro factor preocupante que se deriva de estos, el excesivo precio de los billetes de avión.

El turismo, la RIC y Marruecos
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