Aunque es conocido que en política dos y dos casi nunca suman cuatro, y mucho menos en Lanzarote, se supone que esta semana, si se cumple además lo que adelantaron los negociadores de Partido de Independientes de Lanzarote (PIL), Antonio Hernández, y del Partido Socialista Canario (PSC-PSOE), Manuel Fajardo, a este diario, se cerrarán las negociaciones entre las dos formaciones que tienen en sus manos la posibilidad de garantizar los gobiernos del Cabildo y los ayuntamientos de Arrecife, Tías, San Bartolomé y Teguise.
Durante el fin de semana se han producido avances significativos, avances que algunos verán como retrocesos. De hecho, existe una corriente dentro del PIL que no entiende demasiado bien lo que está pasando, si finalmente se confirma que los independientes están dispuestos a ceder a los socialistas nada menos que la Alcaldía de Arrecife y la Presidencia del Cabildo insular. Y no lo entenderían porque tradicionalmente, cumpliendo con un acuerdo no escrito de lo lógico, el que obtiene una cosa no puede obtener la otra. Es decir, si uno se queda con el mando supremo en Arrecife al otro le tiene que corresponder el Cabildo.
En la presente edición de Crónicas ofrecemos muchas pistas que confirman por dónde van los tiros. La primera y más importante tiene que ver con las declaraciones realizadas por el presidente del PIL. Antonio Hernández dijo a esta redacción que no sacrificará el pacto PIL-PSOE para gobernar Arrecife si le toca ceder el sillón de alcalde al socialista Enrique Pérez Parrilla. Para Hernández, lo trascendental es poner en marcha la capital y Lanzarote porque a su entender “la Isla está paralizada”. “No me voy a poner en la postura de niño pequeño de que si no me dan la alcaldía rompo el pacto”, aseguró. Es decir, que, como ya anticipó el pasado viernes en el programa “El Despertador”, parece tener muy claro que no va a ser alcalde de Arrecife.
En cuanto a las negociaciones con los socialistas, comentó que hay una buena disposición de ambas formaciones para sacar el acuerdo adelante y mantenerlo durante toda la legislatura. Los partidos, destacó, continúan trabajando en las líneas programáticas y aún no han abordado el reparto de responsabilidades de gobierno. Es probable que este martes terminen de consensuar el programa de gobierno de la capital y del Cabildo pero están pendientes flecos tan importantes como los objetivos que se van a trazar para San Bartolomé, Tías y Teguise, instituciones que piensan cogobernar. “Al final de semana es probable que todo esté cerrado”, agregó Hernández. Es una buena pista para saber por dónde camina todo.
Otra de las pistas la podemos encontrar en lo expuesto en el programa “El Despertador” de la 95.8 por Manuela Armas, quien dejó claro durante la entrevista mantenida con Agustín Acosta que no está dispuesta a ceder la presidencia del Cabildo a la que aspira por encabezar la lista más votada. Sólo al final y muy de pasada comenta que acataría la decisión que determinara su partido, pero parece que es una opción que no contempla.
Por tanto, a falta de que se produzcan los últimos movimientos -hay que tener en cuenta que esto es una negociación y en todas las negociaciones se suelen dar pistas falsas para despistar al adversario-, parece que la cosa está bastante clara, y que probablemente antes del viernes tengamos ya el acuerdo definitivo sobre la mesa. Como suele suceder en estos casos, más si se confirma la línea actual de acuerdo, no todo el mundo estará conforme con el resultado.
Por lo que respecta a Yaiza, única institución sin mayoría absoluta que se escapa al pacto PIL-PSOE, las propias declaraciones de Hernández dan muestra de lo complicado que está el asunto, después de que Gladys Acuña rechazara la invitación formal que le hizo el propio José Francisco Reyes para conformar gobierno y de que no le haga demasiada gracia tener que pactar con Leonardo Rodríguez y Coalición Canaria (CC). La portavoz del PIL en el sur, eso sí, parece no tener problema alguno en quedarse de nuevo como oposición municipal. Habrá que esperar, pero el acuerdo definitivo también podría cerrarse en breve, incluso en horas.