Hace tiempo que lo venimos advirtiendo. Canarias ya no es el paraíso del trabajo que era. Más bien al contrario. Las cifras cantan, y cantan en negativo. Como publicaba Crónicas recientemente en un reportaje sobre la situación de la construcción, el cartel de “se necesita” se ha cambiado por el de “no hay trabajo”. Este martes hemos sabido que Canarias es la octava región de la Unión Europea (UE) con una tasa de desempleo más elevada, que en 2006 se situó en el 11,7% de la población activa, frente al 8,2% de media en la Unión. Según los datos facilitados por Eurostat, en 16 regiones comunitarias la tasa de paro más que doblaba el año pasado la media de los Veintisiete y, de ellas, seis están en Alemania (Berlín incluida, con el 18,7%), cuatro en Francia, dos en Eslovaquia y Polonia, y una en Bélgica (Bruselas, con el 17,6%) y España. En el extremo contrario, 30 regiones tenían un desempleo inferior al 4,1% (la mitad de la media comunitaria), encabezadas por la británica de Escocia Noreste y la italiana de Bolzano, con sólo el 2,6%, la holandesa de Zeeland (2,7%) y la capital checa (2,8%). En España, el paro bajó el año pasado hasta el 8,5% y en diez comunidades era inferior a la media de la UE.
Pero, además, el paro subió en el último trimestre en 94.500 personas (un alza del 5,13%) en el conjunto del Estado y en 14.400 personas (13,99%) en Canarias. A todas luces resultan unos datos que se antojan absolutamente intolerables, si se tiene en cuenta que Canarias ha seguido creciendo en población y en producción empresarial a un ritmo muy superior al de la media nacional.
¿Qué está pasando, cuáles son las razones que justifican esta más que destacada tasa de desempleo, es real o es irreal como se denunció en el pasado? Son muchas preguntas con difíciles respuestas.
No hace demasiado tiempo Lanzarote registraba una tasa de paro que los propios sindicatos reconocían como ficticia. Era lógico teniendo en cuenta que cada día que pasaba se necesitaba más y más mano de obra, mano de obra que se obtuvo con personas que llegaron de la Península, de Europa y del resto del mundo. Este tercer grupo, el del resto del mundo, ha sido el más numeroso, y forma parte de un fenómeno social de la globalización en la que estamos inmersos. Ahora, sin embargo, el desempleo en Lanzarote existe. Ya hay personas que se han apuntado a las listas de la Agencia Canaria de Empleo que realmente están buscando un puesto de trabajo y no lo encuentran. Increíble pero cierto, teniendo en cuenta la riqueza que se ha movido delante de los ojos de la mayoría de los lanzaroteños y que ha ido a parar al bolsillo de unos pocos. Pero si preocupante son los datos de Lanzarote, lo del resto de la Comunidad es para echarse a temblar. La tasa de desempleo de Las Palmas (12,24%) supera la correspondiente de Santa Cruz de Tenerife (11,62%), al contabilizarse 64.000 desocupados en la provincia oriental y 53.500 en la occidental. Es decir, que se ha producido una más que notable generación de empleo que sin embargo no ha repercutido en el descenso del número de desempleados. ¿Qué quiere decir eso? Que en Canarias hay cada vez más población, una población que está provocando que se acentúen todos los problemas y que revienten las estadísticas en todos los parámetros.
Navarra es la mejor situada, con una tasa del 5,3%, seguida de Aragón (5,5%), La Rioja (6,2%), Madrid (6,4%), Baleares (6,5%), Cataluña y Cantabria (6,6%). Después de Ceuta, con el 21% de paro, figuran Extremadura (13,4%), Andalucía (12,7%) y Canarias (11,7%). Eurostat precisa que los datos de Melilla (13,4% de desempleo) son poco fiables por lo reducido de la muestra. En cuanto al desempleo femenino, que en la UE se situó en el 9% y en España en el 11,6%, es especialmente elevado en Ceuta (29,9%) y Melilla (22,2%), aunque ambas cifras son también poco fiables debido al tamaño de la muestra. En este ámbito, también Extremadura está entre las diez regiones de la UE con peor indicador, con una tasa del 19%. Navarra (con el 7,1% de para entre las mujeres), La Rioja (7,8%), Aragón (8%), Baleares (8,3%), Cataluña (8,4%) y Madrid (8,6%) están mejor que la media comunitaria. Por el contrario, las regiones españolas con más desempleo femenino son, después de las dos ciudades autónomas y Extremadura, Andalucía (17,9%), Castilla-La Mancha (14,9%), Asturias (12,6%) y Castilla y León (12,4%). Por último, Eurostat destaca que en el 70% de las regiones europeas el paro entre los jóvenes de 15 a 24 años como poco doblaba la tasa total de desempleo.
España, donde el paro juvenil está en el 17,9%, no es una excepción. Las regiones donde la situación para los jóvenes es peor -sin tener en cuenta a las dos ciudades autónomas, para las que no hay datos- son Extremadura (24,4%), Asturias (22,8%), Andalucía (21,7%) y País Vasco (20,8%). Sin embargo, están bastante mejor que la media comunitaria Aragón (12,4%), Baleares (13,3%) Navarra (14%), Madrid (14,6%) y Cataluña (14,7%).
Estamos por tanto ante una situación realmente controvertida, difícil de evaluar. Únicamente se podrá resolver si las instituciones públicas y los políticos que trabajan en ellas deciden que es el momento de hacer algo.