jueves. 15.05.2025

Últimamente los socialistas proporcionan a la prensa tantos titulares como el resto de partidos juntos, si hacemos una excepción en esta semana con Alternativa Ciudadana (AC-25M).

Precisamente este jueves se convirtió en el día más agitado desde el punto de vista político, con el anuncio de un acuerdo entre el Partido Socialista Canario (PSC) y Alternativa Democrática para concurrir juntos a las elecciones en Haría, con la marcha atrás dada por Coalición Canaria (CC) en Lanzarote para apoyar la propuesta de sus compañeros de Fuerteventura y llevar un candidato común al seno del Consejo Político Nacional del próximo 3 de febrero, con la rueda de prensa del sector más oficial de Alternativa para dejar claro que los que están en el menos oficial -al lado de Pedro Hernández- se han “autoexcluido” de la formación, con los líos regionales entre populares y socialistas a cuenta de las últimas detenciones en Mogán, y, sobre todo, con el anuncio hecho por dos militantes socialistas de que abandonan sus cargos en la Ejecutiva regional y la fulminante respuesta de su secretario general, Juan Carlos Alemán.

Como adelantó este diario en su edición digital, www.cronicasdelanzarote.es, durante la tarde de ayer, Antonio González y Emilia Osuna, presentaron un escrito en la sede del PSC de la calle Canalejas de Arrecife dirigido al secretario general de los socialistas canarios en el que informaban de su decisión de poner a disposición del partido sus cargos como miembros de la Comisión Ejecutiva Regional y como representantes en otros órganos internos. Lo hacían cansados sobre todo de la situación actual que se vive en el seno de la formación que dirige con mano firme en las Islas Jerónimo Saavedra, cansados de lo que consideran una persecución y una absoluta falta de libertad para expresarse.

Aunque más o menos se barruntaba la posibilidad de que los dos políticos tomaran esta determinación, también se produjeron sorpresas. La principal la rápida contestación de un Juan Carlos Alemán que sigue sin ejercer de secretario general de un partido en el que se supone que el secretario general es el que más manda.

Alemán dijo que aceptaba su dimisión y que trasladaría la cuestión a los órganos competentes, afirmando eso sí que “personalmente siempre he defendido que nunca hay que tomar medidas disciplinarias contra nadie por cuestiones de opinión”. Dicho esto, cualquiera podría pensar que el político quería dejar claro a sus compañeros de Lanzarote que una cosa era hacer que rodaran cabezas de cara a las elecciones y otra muy distinta vaciar el partido de militantes. Nada más lejos de la realidad, puesto que acto seguido, demostrando una vez más la tibieza con la que siempre actúa Alemán, dejó abierta la posibilidad a que sea la Ejecutiva insular la que determine si se tiene que abrir o no expediente a estas personas. Lo normal en un secretario general es tener más claros estos asuntos, lo normal es trazar la línea a seguir. Tal vez sea que Alemán no sabe cuál es la línea a seguir en el socialismo canario en estos momentos.

La penúltima de los socialistas
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