Estamos observando cómo de forma sistemáticas en las tertulias que se desarrollan en “La Radio de Siempre”, la 95.8, se producen interesantes debates sobre un tema del que muchos ciudadanos llevan hablando desde hace tiempo y que se rehuye bastante en los habituales foros de análisis de la actualidad, los increíbles sueldos que tienen algunos políticos de Lanzarote.
Decimos “algunos” porque no hay nada peor en estos casos que establecer una generalización gratuita que obligue a pensar que son todos iguales, cuando no es así ni mucho menos, ya que en muchos casos lo que ganan está justificado. En otros, muchos, no. De todos modos, está muy bien que se hable de un asunto que también preocupa a los ciudadanos, que preocupa a los contribuyentes que con sus impuestos hacen posible el milagro de los panes y los peces dinerarios. Está muy bien sobre todo que en los partidos políticos empiecen a hacer cribas para averiguar quién realmente se está ganando el sueldo como liberado y quién no, no vaya a ser ahora que se acercan las elecciones generales que se vuelve a colocar en las listas a los mismos que no sólo no han dado un palo al agua sino que ni siquiera se pasan por las instituciones a cobrar. No es la primera vez que se ha tenido que informar de la existencia de políticos y asesores de políticos a los que había que llevar el sueldo a casa.
Lo que para unos supone una excesiva profesionalización de la gestión pública para otros no es más que la recompensa a una dedicación exclusiva para gestionar el bien común. En la pasada legislatura ya hubo un debate político sobre este asunto. Y decimos político, no ciudadano. Hay que recordar que Andrés Stinga abrió la caja de los truenos al asegurar que en su municipio los responsables del Ayuntamiento habían cobrado en diciembre más de 6.000 euros. El portavoz del Partido Socialista (PSC-PSOE) en San Bartolomé acusó a los ediles del grupo de gobierno de la localidad de cobrar “unos salarios astronómicos” que a su juicio “no se corresponden con el papel desarrollado en la institución”. Con la llegada del PSOE al poder se ha demostrado que además de esas cantidades había un gasto excesivo en comidas en restaurantes y otras cuestiones. Por su parte, el portavoz de Alternativa Ciudadana 25 de Mayo (AC-25M) en el Ayuntamiento de Arrecife, Andrés Barreto, hizo suya la reivindicación planteada por Stinga y se quejó también del “desorbitado” sueldo de los miembros del grupo de gobierno capitalino. Según Barreto, un concejal liberado, es decir, con dedicación exclusiva a las gestiones municipales, cobraba en la pasada legislatura unos 2.800 euros netos mensuales, a excepción de la alcaldesa, María Isabel Déniz, cuyos ingresos mensuales superaban los 6.000 euros. Para el edil alternativo estas cifras “astronómicas” derivan de la “excesiva profesionalización” que se ha hecho de la vida pública. ¿Qué habría dicho Andrés Barreto al conocer lo que ha pasado en esta legislatura, donde los sueldos se han multiplicado también como los panes y los peces y el número de liberados ha crecido de forma considerable?
Insistimos en que el debate es muy interesante, en que se debería mirar con lupa a partir de este momento quién ha trabajado y quién no, quién se ha dedicado en sus bien remunerados puestos de trabajo a administrar la rutina.