Lo cuenta Crónicas en su edición de hoy: están aumentando de forma espectacular los robos en zonas turísticas. Y no lo decimos nosotros, lo dicen conocidos empresarios del sector alojativo. Y no sólo eso, en la redacción de este diario hemos recibido llamadas y correos electrónicas de turistas que se quejan de esta situación y que lo quieren hacer público. Es momento nuevamente de abrir un debate sobre el problema de la seguridad, es momento de volver a llamar la atención sobre un fenómeno ciertamente peligroso.
Como explica este diario en sus páginas interiores, los amigos de lo ajeno se desenvuelven a sus anchas en los núcleos turísticos de Lanzarote. Atrás han quedado los tiempos cuando los vecinos dejaban las casas y los coches abiertos a cualquier hora del día. Cada vez son más los turistas atracados en la calle, y cada vez más complejos alojativos son allanados por los ladrones por la noche, que no se paran ni ante la presencia de los turistas dentro de los apartamentos. Miguel Ángel Remedios, destacado empresario del sector, que trabaja a caballo entre Lanzarote y Fuerteventura, lo ha dicho alto y claro, y creemos que hay que hacerle caso: la situación es insostenible. El pasado fin de semana, “en apenas dos días, entraron a robar en el complejo con violencia, rompiendo puertas, maderas”, explicó Remedios. “Cada vez se ven más actos de violencia y robos” en Lanzarote, indicó este empresario que en la actualidad vive en Fuerteventura. El fenómeno de los robos, sobre todo en Puerto del Carmen, ha existido siempre, aunque los empresarios aseguran que “se ha intensificado en los últimos tres meses”. “Es raro el día que no venga de Fuerteventura y no me encuentre con una sorpresa, bien porque hayan entrado en un apartamento, bien porque le hayan robado a un cliente en la calle”, aseguró Remedios.
Como recuerdan los lectores de este diario, el consejero de Presidencia, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias, José Miguel Ruano, aseguró recientemente en el Parlamento de Canarias que el aumento de los índices de delincuencia en Lanzarote y Fuerteventura son “muy graves”. En la primera, en el último año, el número de expedientes incoados creció un 20,68 %, mientras que en el partido judicial de Puerto del Rosario fue del 39,69 %. Ruano anunció la elaboración de un balance propio ante los contradictorios datos de la Delegación del Gobierno y la memoria de 2006 de la Fiscalía General del estado.
En la provincia de Las Palmas se pasó a 112.482 en 2006 desde los 104.000 de 2005. En Santa Cruz de Tenerife, el aumento fue de los 93.000 de hace dos años a los 95.492 de 2006. Esta variación representa un incremento medio en las Islas del 6,39 %.
El consejero de Justicia y Seguridad declaró en el Parlamento regional que estos datos “claros” muestran que “no hay un ajuste” con la reducción del número de delitos ofrecidos por la delegación del Gobierno.
¿Es en estos momentos Lanzarote una isla segura? Si atendemos estrictamente a las noticias que un día sí y otro también tenemos la obligación de publicar en este diario, la respuesta es no. Sin embargo, abordando un tema de tanta importancia hay que hacer un análisis sereno y sosegado, sin extremismos y sin exageraciones. Lanzarote en general es una isla segura, pero cada vez menos. El crecimiento poblacional que ha experimentado en los últimos años y el cambio de costumbres introducido en una sociedad tradicionalmente tranquila y pacífica han provocado una mutación en este sentido.