Normalmente suele haber días, semanas, en las que los cronistas de sucesos se aburren. Es un fenómeno curioso, extraño, pero cierto. También es cierto que no es lo habitual en verano, porque, por otras muchas razones que ahora sería imposible detallar, es en la época estival cuando se concentra el mayor volumen de infortunios. No olvidemos que los sucesos, que curiosamente suelen ser las noticias que más lee la gente, rara vez tienen que ver con noticias positivas, con cosas buenas. La mayoría son desgracias. Únicamente hay que ver estos días cualquier telediario nacional para darse cuenta de que no es más que la sucesión de sucesos, la crónica de asesinatos, violaciones, incendios, robos, atentados, secuestros y todos los delitos tipificados y por tipificar en el Código Penal.
Este jueves ha sido uno de esos días en los que se han concentrado numerosos sucesos, un día típico de verano que ya venía antecedido de un miércoles en el que también tuvimos la mala suerte de tropezarnos con la noticia de la aparición del cuerpo sin vida de un hombre de ochenta años que se había precipitado con su vehículo por el Risco de Famara.
El día amanecía con la aparición de una patera, una más en nuestro nublado horizonte. En concreto, un total de 12 marroquíes, entre ellos un menor de edad, alcanzaron las costas de la Isla durante la madrugada de este jueves tras ser remolcados por una embarcación de Salvamar hasta el puerto de Naos, según informan fuentes de Salvamento Marítimo y la Guardia Civil.
Luego nos enteramos de la importante operación policial desplegada por la Guardia Civil en su lucha contra el narcotráfico. Resulta que a mediados del mes de agosto procedió por parte del Grupo de Estupefacientes de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Arrecife a la detención de dos individuos dedicados a la introducción, corte y distribución de cocaína en Lanzarote, incautándose un kilogramo de cocaína con un alto grado de pureza. Las investigaciones del Grupo de Estupefacientes de la Comisaría de Arrecife fructificaron con el conocimiento de las actividades ilícitas de un individuo de nacionalidad brasileña que se dedicaba a la introducción en nuestro país, y concretamente en Lanzarote de cantidades de notoria importancia de cocaína, y finalmente fue detenido este jueves.
Por si esto no fuera suficiente, nos enteramos, gracias al Ayuntamiento de Yaiza, de que alguien provocó un incendio el pasado miércoles en la zona industrial de Playa Blanca que calcinó 6 vehículos allí abandonados. Y no se trata de un hecho aislado, porque sería mucha casualidad que no tuviera nada que ver este asunto con el incendio de las guaguas abandonadas que ardieron el pasado viernes en Arrecife, tal y como informó en primicia este diario.
Un día como este no podía acabar bien. Efectivamente, la penúltima información de sucesos que fuimos colocando en nuestra edición, si no contamos la nueva riada de inmigrantes irregulares llegados a las costas de la parte occidental del Archipiélago, tenía un final más que triste. Una embarcación de Salvamar rescató este miércoles a las 20:40 horas el cuerpo sin vida de Juan G.D., de 55 años y vecino de Arrecife, en las inmediaciones de la Playa de Los Ancones, en Costa Teguise.
Insistimos en que las cosas son así. A veces, no se puede explicar científica y objetivamente por qué, se acumulan los infortunios, y este jueves ha sido la mejor prueba de ello.