Primer discurso del presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Su país, aseguró en el discurso de posesión ante mas de 2 millones de personas en el centro de Washington, es "un amigo de cada nación que quiere un futuro de paz". "A todos los pueblos y gobiernos que nos están viendo hoy, desde las mayores capitales al pequeño pueblo donde nació mi padre: Sabed que Estados Unidos es un amigo de cada nación y cada hombre, mujer y niño que busca un futuro de paz y dignidad, y que estamos listos para ser líderes una vez más", afirmó Obama, cuyo padre era de Kenia. Tras jurar sobre la misma Biblia que usó Abraham Lincoln, tal como estaba previsto, anunció: "Hoy les digo que hay desafios, son serios y muchos. No son fáciles y no serán resueltos en corto tiempo, pero vamos a enfrentarlos".
Agregó que en este día "nos reunimos porque hemos escogido la esperzanza sobre el miedo", para luego recordar que el momento es difícil, porque su país y el mundo están "en la mitad de una crisis y en medio de una guerra".
Fuera de Irak
Aseguró que Estados Unidos dejará a Irak en las manos de su pueblo y luchará por lograr un mundo sin armas nucleares. Aunque sin mencionar nombres propios, dijo a los países que tradicionalmente han sido considerados enemigos de Estados Unidos, que "les vamos a tender la mano si están dispuetos a abrir el puño". El mandatario recordó que Estados Unidos derrotó al fascismo y al comunismo "con alianzas robustas y convicciones duraderas".
"Nuestro poder sólo no nos puede proteger, ni nos da derecho a hacer lo que nos plazca", afirmó. Señaló que los desafíos actuales requieren que Estados Unidos haga un esfuerzo mayor para promover la cooperación y el entendimiento entre las naciones, en la amenaza nuclear y el calentamiento global, por ejemplo. "No podemos dejarnos llevar por la indiferencia frente a la pobreza", añadió el nuevo presidente, y cerró su alocución de más de 20 minutos diciendo que "con esperanza y virtud aguantaremos lo que nos traiga la tormenta".
Bolsa a la baja
En tanto, pese a la posesión de Obama, de la cual se esperaba que empujara al alza los mercados bursátiles, la bolsa de Nueva York continuaba en baja: el Dow Jones perdía 2,21% y el Nasdaq 3,29%. Algunos operadores habían previsto un alza a causa del optimismo generado por la asunción de la nueva administración, pero este pronóstico fracasó ante la deblacle de los valores financieros, principalmente de Bank of America (-18,94%), Citigroup (-12,00%) y JPMorgan Chase (-14,94%).