jueves. 28.03.2024

Gonzalo Mejías, periodista de la Cadena Ser en Lanzarote, denuncia ser víctima de una persecución política en toda regla. Según su testimonio, en los últimos 15 días unos desconocidos han provocado hasta en seis ocasiones importantes daños en su vehículo particular.

La primera situación anómala con la que este profesional se encontró ocurrió a mediados del presente mes de mayo: su coche fue rociado con pintura y cola. Días más tarde, el mismo vehículo fue rayado por la puerta del copiloto, hasta tal punto que los desalmados autores, siempre amparados en el más vil de los anonimatos, llegaron a levantarle la chapa del automóvil.

“Déjanos en paz”

Según el relato de Mejías, comenzó a pensar que se trataba de acciones orquestadas cuando observó que le hacían las mismas 'caricias' a su coche pero también cuando lo tenía estacionado cerca de su domicilio familiar. En esta ocasión, y ya en las inmediaciones de su vivienda, una noche le destrozaron las lunas de su coche.

Al parecer, quien o quienes están detrás de esta persecución al periodista incluso entraron en el vehículo y dejaron un minúsculo papel en el que podía leerse “Déjanos en paz”. Para el afectado, en ningún caso los autores de estos atropellos reincidentes son simples cacos. Así lo pone de manifiesto tanto el mensaje dejado en el interior del vehículo como el hecho de que no robaran ningún objeto de valor, y eso que había más de uno.

Pero la persecución a este periodista no termina aquí. El pasado viernes de madrugada volvieron a tomarla con su coche: esta vez rompieron los espejos retrovisores, pero no de cualquier forma: lo hicieron a conciencia, de manera que los cristales no estaban del todo sueltos, pero tampoco se sujetaban con el coche en movimiento.

La gota que colmó el vaso llegaba este mismo miércoles por la mañana, cuando en la propia puerta de la sede de la Cadena Ser en Arrecife estos mismos vándalos abollaron la parte trasera izquierda de su coche.

Ante la reiteración en los ataques y convencido de que se trata de una persecución de tipo político, Gonzalo Mejías ya ha interpuesto dos denuncias ante la Guardia Civil por estos intentos de coacción. Unos intentos que, por cierto, ahora parecen haberse de moda en la Isla. Y es que recientemente un abogado denunció que alguien le había roto el freno de su coche.

Este caso, sin embargo, no guarda relación alguna con aquel, dado que la persecución al abogado fue obra de un cliente ansioso por un ajuste de cuentas. Cansado de este tipo de agresiones, Gonzalo Mejías ha decidido hacer públicos estos hechos, a la espera de que se esclarezcan los hechos.

Disparando al mensajero
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