La Guardia Civil continúa buscando indicios que relacionen al principal sospechoso del homicidio de un ciudadano ruso hallado en Puerto del Carmen el pasado 6 de febrero con la autoría de los hechos. Según confirmaron fuentes oficiales a este diario, el
habitual acompañante de la víctima, natural de Europa del Este y con numerosos delitos de sangre a sus espaldas, podría estar detrás de un crimen cuya investigación continúa abierta y cuyo móvil radicaría en un ajuste de cuentas vinculado a las frecuentes visitas que, al parecer, ambos realizaban a distintos clubes de alterne de la Isla.
“Todavía no ha podido ser detenido poque no hay suficientes pruebas para ello”, explicaron fuentes relacionadas al caso. “Sin embargo, el mismo sospechoso ya ha pasado varias veces por aquí para prestar declaración, y sigue sosteniendo una coartada que, aparentemente, es válida”, agregaron.
Sigue sin desvelarse la autoría del homicidio de un ciudadano ruso, A.K., de unos 30 años de edad, que fue hallado muerto el pasado 6 de febrero en la orilla de una playa de Puerto del Carmen, en Tías, después de que recibiera al menos cinco puñaladas.
Por el momento, la Guardia Civil prosigue con una investigación que ha estado siguiendo bastante de cerca el juez que instruye el caso.
Fuentes cercanas al caso aseguran que el principal sospechoso ha sido citado en más de una ocasión para prestar declaración. Éste, según añadieron, sería un conocido que acompañaba frecuentemente a la víctima a su paso por los clubes de alterne que ambos frecuentaban, siempre según datos aportados por estas fuentes oficiales.
Además, el principal sospechoso de este caso posee varios antecedentes por delitos de angre en otros países europeos, y que han sido conocidos a través de la Interpol.
En principio, la hipótesis quese baraja en la investigación hace pensar que el crimen se debió a un ajuste de cuentas o al cobro de determinadas deudas contraídas por la víctima con su presunto agresor.
El hecho de que el principal sospechoso posea una coartada que hasta ahora no ha podido desmantelarse, y la ausencia de testigos presenciales en el lugar, son factores decisivos que están complicando el final de este caso.
En sus declaraciones, el sospechoso negó tajantemente haber sido autor de los hechos.
En el momento de su hallazgo, el cadáver presentaba varias heridas y al menos el impacto de cinco puñaladas. La autoridad judicial ordenó el levantamiento del cadáver y su traslado al depósito forense, donde se le practicó la autopsia.
Los primeros indicios apuntaban a que la víctima trató de defenderse de su agresor o agresores, con quien al parecer mantuvo una violenta pelea, ya que presentaba cortes superficiales en sus manos.
El fallecido residía desde hace varios años en Arrecife, donde se había casado con una compatriota suya con la que tenía dos hijos, y trabajaba en un hotel de Puerto del Carmen desde hacía un tiempo.
Desde la aparición del cuerpo, el Instituto Armado no ha cesado de investigar, inspeccionando minuciosamente el lugar del hallazgo y tratando de contactar con algún testigo que pudiera aportar más pistas sobre el suceso.
De momento, se están estudiando todas las circunstancias que rodearon al fallecimiento, y se espera que no haya que archivar el caso sin dar con el o los autores del homicidio.
La Guardia Civil no descarta la posibilidad de que el móvil del homicidio se basara en un ajuste de cuentas, aunque lo cierto es que tampoco está confirmada la implicación de ninguna banda organizada.