FOTOS: JOSE CURBELO
Los 18 arquitectos canarios involucrados en el proyecto “Espacie de Espacios” presentaron este viernes en el Arecife Gran Hotel las intervenciones que pretenden llevar a cabo en Arrecife par crear lugares públicos adaptados a las necesidades de sus ciudadanos. Esta idea está coordinada por el artista lanzaroteño Juan Gopar, del que nació la idea de encargar a diferentes estudios de Arquitectura de Lanzarote, Gran Canaria y Tenerife que creasen “microarquitecturas” para reinventar los espacios de Arrecife. El resultado de estos trabajos
Tanto Fajardo como la alcaldesa de Arrecife, María Isabel Déniz, destacaron en la presentación la importancia que tiene para la Isla este proyecto, que cuenta con la participación de los profesionales de la arquitectura del Archipiélago, unos de los más valorados en la actualidad en el ámbito internacional. Con esta experiencia se prueba que la capital de Lanzarote tiene muchas posibilidades que aún no se han explorado y que pueden salirse de las habituales propuestas decorativas.
Los conceptos que se han manejado en esta ocasión tienen más que ver con grandes transformaciones desde pequeños cambios en espacios pequeños. Sobre todo se juega con la funcionalidad que se les otorga a los lugares públicos, que olvidan viejas tendencias decorativas para centrarse en las necesidades de los vecinos de un espacio urbano y en los nuevos puntos de vista que quieren jugar con el tiempo como creador de espacios.
La combinación de funcionalidad y arte ha resultado cuanto menos novedosa, y la presentación de los proyectos planteados no dejó indiferente a ninguno de los presentes. La alcaldesa, que siguió atenta las explicaciones de los arquitectos, tomó buena nota de las iniciativas que le ofrecieron los profesionales y que serán aplicadas en Arrecife.
Espacios de encuentro
Aunque los diseños están pensados para los lugares más céntricos de la ciudad, también se ha prestado atención a la periferia. Desde la avenida que bordea el Reducto hasta el puente de Argana, los participantes del proyecto se han parado en los puntos de Arrecife que consideran lugares comunes para los lanzaroteños, unos puntos en los que han desarrollado todas las posibilidades para que pasen de ser lugares de paso a ser espacios urbanos que motiven el diálogo y la armonía entre sus ciudadanos.
Los juegos infantiles y la sombra son dos de los parámetros más utilizados en los proyectos, que buscan la comodidad de sus visitantes, y ante todo, la utilidad de los espacios.
Un tobogán gigante en el paseo de la playa, sombras proyectadas por la situación de la vegetación en las paradas de guaguas, la recreación de la luz y las texturas del magma volcánico en los alrededores del Parque Temático o la recuperación de espacios muertos de la periferia como foros públicos son algunas de las propuestas más destacadas del resultado del estudio de los arquitectos.
Precisamente esta última intervención en los barrios de la capital suscitó la curiosidad de los asistentes a la presentación. El proyecto de Menis Arquitectos titulado “Luz social” pretende impulsar la actividad de algunos puntos que denominan las “traseras de la ciudad”. Por medio de haces de luz de colores y de la colocación de elementos tan sencillos como muros y árboles, los creadores de esta iniciativa esperan ambientar zonas como la del punte entre Argana Baja y San Francisco Javier para mejorar su habitabilidad como zona pública.
El Charco de San Ginés
Otra original iniciativa fue la propuesta para el Charco de San Ginés, que gpy Arquitectos quiere convertir en la orilla interna de la ciudad. Las circunstancias únicas que convergen en este pedazo de mar que inunda el centro de Arrecife no pasaron desapercibidas para los profesionales de este estudio, que plantean revalorizar la zona reconstruyendo el paseo del Charco y creando un embarcadero que limite otro pequeño charco creado dentro del agua y que serviría como lugar de ocio.
Según sus previsiones, el charco de las cuatro esquinas, como denominan a la porción de agua más pequeña que delimita el pequeño puente de madera, pasaría a ser apto para el baño y propiciaría el encuentro de los ciudadanos a su alrededor. Este pequeño cambio en el entorno del Charco de San Ginés reconduciría la actividad de la ciudad también hasta este lado de la ciudad.
Mejorar el Parque Islas Canarias
De reinventar el Parque Islas Canarias se encargaron precisamente los arquitectos que hace tres años firmaron el proyecto que se llevó a cabo cuando se reconstruyó el Arrecife Gran Hotel. Ahora y como aportación al proyecto “Especie de Espacios”, estos profesionales hicieron un ejercicio de autocrítica que concluyó que aún se puede mejorar el entorno del parque.
Por una parte, entienden que aún quedan muchos elementos que se proyectaron en el plan inicial y que aún no se han ejecutado. Ahora vuelven a reivindicar algunas de estas intervenciones como la continuación del paseo que interrumpe el Club Náutico, la colocación de árboles en el eje central del parque, y sobre todo la instalación de diferentes quioscos en los que los paseantes puedan parar a tomar algo o descansar.
En este sentido apuntan todas las mejoras que quieren que se ejecuten en este parque, que quieren que deje de ser un lugar de paso con, por ejemplo, la duplicación de los juegos infantiles, que se han dado cuenta de que es una demanda que los lanzaroteños requieren y que no tuvieron en cuenta en el proyecto realizado hace tres años.
Los primeros cambios
Todas estas transformaciones se pondrán en marcha si todo sigue los planes de Manuel Fajardo Feo, que ya apuntó que los primeros cambios serán los de la recuperación del Parque Ramírez Cerdá, el llamado “Parque Viejo”, que intentará recuperar con una original y colorida protección los árboles de la zona. Con la ayuda del Cabildo y del Ayuntamiento puede que el próximo año se lleven a cabo algunos de los proyectos del litoral. Así, elementos que sirvan para romper la barrera entre el mar y la tierra o la recuperación de parques como el Ramírez Cerdá, podrán ser una realidad en poco tiempo.
Para conseguir que estas intervenciones y las demás propuestas se lleven a cabo, el consejero anunció también su intención de crear próximamente un observatorio de arquitectura que funcionaría como una fundación con intervención pública y privada y cuya ubicación, en un principio, sería la isla de La Graciosa.