Francisca Duque Díaz, más conocida como Paca Duque, es una lanzaroteña procedente de Tao que fundó hace siete años una rondalla de música folclórica canaria en Cuba. Duque es popular en Lanzarote por sus reivindicaciones sociales y su constante lucha por que los políticos de la Isla “se mojen” en asuntos escabrosos como la droga o la delincuencia. Auténtica abanderada de la lucha social, es mucho menos conocida su labor filantrópica para con la isla hermana de Cuba.
Paca Duque envía desde hace años ayuda a un grupo de 14 niños de la ciudad de Placetas, provincia de Villa-Clara, habitada en su mayoría por descendientes de Tinajo.
La ayuda, que reciben cada nueve meses a través de una persona de ese país con ascendientes canarios, abarca medicamentos, jabones, ropa interior, libros, libretas, lápices o gorras. Éstos, en agradecimiento, crearon hace siete años la formación musical “Aldea de Tao”, en claro homenaje a su procedencia.
Los niños estudiaron los tonos isleños a través de cintas y vídeos musicales y a través un timple que aprendieron a tocar por sí solas y que les envió el concejal socialista del Ayuntamiento de Arrecife Carmelo García Déniz.
En breve, Duque les hará llegar también un tambor.
“Aldea de Tao” envió tiempo atrás una cinta musical con sus actuaciones a Duque; en ella un narrador explica que se encuentran en la Casa de la Cultura de Placetas y que acaba de finalizar la actuación del grupo.
“Ese grupo de danza canaria fundado por nuestra gran amiga Francisca Duque Díaz desde la isla hermana de Lanzarote y digo hermana porque Placetas, este municipio, ha sido el destino de muchas familias lanzaroteñas especialmente de Tinajo; quedan sus hijos, nietos y bisnietos aquí entre nosotros”, explica. A continuación, los integrantes de Aldea de Tao y sus familiares le envían un saludo y sus claras muestras de agradecimiento.
Aparte de esta cinta Duque ha recibido infinidad de cartas, “tantas como para llenar una caja”, aclaró la protagonista a Crónicas. En una de ellas Arachy, componente de la formación musical, le expresa su agradecimiento y sus ganas de conocerle, así como su necesidad de proseguir los estudios en la “Escuela de Instructores de Arte” y remitirle que “ahora están ensayando mucho” para participar en la Fiesta de la Danza.
Por su parte, la profesora de danza, Gretter, le envía una carta a máquina. Aquí le explica que “al comenzar a trabajar con estos niños hace ya alrededor de cuatro años supe que detrás de esta gran familia había personas maravillosas, de afectos inmutables, que con amor, sencillez, desinterés y mucha generosidad han hecho posible lo que somos hoy”, dice, a la vez que le da las gracias.
Todos y cada uno de ellos le han expresado en reiteradas ocasiones la necesidad que sienten de conocerle. Duque se niega a viajar hasta Cuba por temor a los aviones, eso sí, manifiesta que cuando le escriben “se siente loca de alegría” y que a pesar de crezcan nunca dejará de enviarles ayuda.