miércoles. 24.04.2024

“Hoy me sorprendo leyendo la página 8 del diario El Mundo, miércoles 7 de Octubre del 92 y me pregunto si es la soledad o la necesidad de comunicación o un juego lo que provoca tal situación y leo: Soy un alma condenada a vivir entre esperanzas varias, el amor me ha besado dos veces en forma imposible no sé bien si olvidar de una vez o intentarlo de nuevo, solo sé que deseo querer y sentirme querida

si la ves algún día pasar cuéntale que la quiero, bésala de mi parte y dile que sigo esperando, que recuerdo la brisa del cielo en el mar de su boca y percibo el aullido del mar en su pecho callado.

Firman sus cortos mensajes princesas, condesas, bucaneros del mar...”

No sólo José Luís Perales se ha parado a leer las páginas de contactos de los periódicos, afición que le hizo componer la letra de su canción “Gente Maravillosa”. Todos en algún momento hemos curioseado en la sección de contactos a ver qué gente escribía. Pero los hay que van más allá y deciden dar el paso de formar parte de ese grupo anónimo de personas que apuestan por conocer amigos, amigas o un nuevo amor vía anuncio por palabras.

En este mismo diario encontramos un mensaje aparentemente dramático. Dice “Tengo 50 años y después de 29 de matrimonio, mi mujer me ha dejado; yo tenía pocos amigos y se marcharon fuera. Ahora me encuentro sólo y con una depresión de caballo. Busco amigos y amigas para ayudarme a salir del pozo. Tlf... (Sólo personas serias y formales)”. Tras estas palabras está la historia de Julio, un peninsular que lleva 32 años afincado en Lanzarote. Es la primera vez que pone un anuncio de estas características y dice que lo hizo porque “estoy en un momento en el que me encuentro muy solo porque de golpe y porrazo se fueron 29 años de matrimonio con mi mujer, cuando me dijo que ya no sentía nada, que no me quería y que íbamos a dejarlo así después de tanto tiempo”.

Es habitual que tras una separación algunos amigos tomen partido por uno u otro bando, sobre todo, cuando la ruptura no ha sido cordial. Julio cuenta que “al disolverse mi pareja, mi círculo de amistades se quedó un poco corto; yo soy una persona de poco salir y mi ambiente era sobre todo familiar y en casa; mis hijos ya son mayores; me apoyan en lo que pueden, pero me encuentro muy solo”. Esto es lo que le motivó a poner el anuncio en Crónicas. Reconoce que sus hijos no saben que lo hizo y no se ha planteado cuál podría ser su reacción si lo descubriesen. “No creo que a mi hija le importase, aunque a lo mejor a mi hijo sí, porque las mujeres son más abiertas para estas cosas”, asevera.

Primero amigos y ya se verá

Lo que busca Julio en este momento es una amistad, con hombres y con mujeres y si tiene que surgir un nuevo amor, será con el tiempo. Insiste en que es una persona muy poco acostumbrada a estar sola y lo está pasando mal. Le gustaría tener alguien con quien salir por la Isla porque ahora combate la soledad viajando por distintos lugares, “para despistarme un poco y perderme”.

Entra dentro de las posibilidades reales que alguien conocido responda a ese anuncio. Ante esto, dice Julio que “todavía no me he planteado cómo reaccionaría porque la verdad es que todavía no me ha llamado nadie”. Opina que la gente es muy reacia a responder a los anuncios, sobre todo, por vergüenza y “porque piensan que a lo mejor no los escriben personas formales”. Piensa que hay personas que no creen en la sinceridad del mensaje.

Contactos entre ellos

En muchas ocasiones da la sensación de que si todos los que escriben los anuncios se respondieran entre ellos, se acabaría la soledad de estas personas. Chica que busca chico; chico que busca chica y no terminan de conocerse. Julio no ha contestado a algunos de sus compañeros de página, sobre todo por una cuestión de edad. No se ve quedando con una persona veinte años más joven. Lo que él busca es un grupo de gente que no tiene por qué reunir un mismo perfil pero sí unas características similares. Explica que ahora mismo está retirado laboralmente por cuestiones de espalda, aunque se ha buscado un trabajo para entretenerse porque asegura que no le hace falta. Busca alguien más o menos de su edad y que no sea muy juerguista porqué el tampoco se reconoce muy aficionado a las fiestas.

Entre sus aficiones destaca el senderismo e Internet y se define como una persona parca en palabras y a veces “un poco difícil”.

Precisamente los chats y los foros de la Red se han convertido en un punto de encuentro para muchas personas que se encuentran en la misma situación que Julio. Sin embargo, aunque él reconoce que ha entrado de vez en cuando en alguno de ellos, no terminan de convencerle, sobre todo, “porque algunos terminan pidiendo dinero para conocer a la gente con la que se supone que puedes tener algo en común”. Dice que “era reacio a chatear porque nunca antes lo había hecho, a pesar de que si utilizo Internet habitualmente”.

Julio es consciente de que las personas que responden a un anuncio por palabras pueden tener en ocasiones intenciones que no se corresponden con lo que busca quien lo escribió. También están los bromistas que no se dan cuenta de la importancia que tienen estos mensajes breves. De momento, está contento porque no ha tenido ningún problema al respecto y confía en seguir en la misma línea.

Los y las que sí vayan con buenas intenciones, aprovechen, la página de contactos está en sus manos.

Sección de contactos, anuncios de sentimientos
Comentarios