miércoles. 11.09.2024

El Hotel Meliá Salinas se ha vestido de gala no sólo para la celebración de las fiestas navideñas sino para demostrar que sigue siendo la enseña del lujo y la elegancia en la isla. No en vano, es el único establecimiento hotelero que posee una categoría de 5 Estrellas Gran Lujo. Hoy en día puede presumir de pertenecer a la cadena que logró ser la más sostenible del mundo en 2019 y entre sus objetivos está llegar a reducir a cero el consumo de plástico, algo que cada vez importa más a un nicho de clientes preocupados por el medioambiente, en plena era de la cumbre del clima. Para ello, su director, Ernesto Guerra ha hecho una apuesta económica importante y una declaración de intenciones clara sobre la filosofía que quiere imprimir al hotel.

En el programa “Cope se mueve” de este martes explicó que Meliá Salinas debe volver a ser el buque insignia de los hoteles de lujo de Lanzarote y por ello, no han dudado en contar con los mejores profesionales y materiales con lo que han logrado una calidad digna de los más exigentes huéspedes.

Y para lograrlo, no sólo han llevado a cabo trabajos de arquitectura y arqueología que han requerido cambiar pieza a pieza y piedra a piedra la estructura para conservar la esencia de Manrique por todos los rincones sino que pueden presumir del trabajo de Fernando Higueras, Premio Internacional de Arquitectura Pritzker.

De hecho, tanto los visitantes como los residentes de la isla que quieran disfrutar de esta joya de la corona, tienen desde este martes una serie de tótems en los que se explica desde las maravillas de la isla y sus centros turísticos hasta la evolución del establecimiento desde sus inicios en 1973. Las charcas diseñadas por Manrique, el mural cercano al comedor o como explica Guerra, la escalera de caracol del hotel, totalmente remodelados son una muestra más de un establecimiento que puede considerarse un museo por el altísimo nivel artístico que posee.

Además, también se han volcado en ofrecer la mejor calidad en el apartado gastronómico, con productos locales, restaurantes a la carta o un buffett especializado en temáticas que van desde la cocina canaria a una mariscada y en donde se puede elegir hasta entre diez tipos de aceite de oliva, con una alimentación ofrecida en granel para evitar el consumo de plástico o el abuso de papel.

Además, como explica Virginie Corthals, jefa de Experiencia del Cliente, se cuida a los turistas con actividades que permiten a los visitantes hacer una cata de vino con el enólogo de Bodegas el Grifo o alojarse en villas que disponen de todos los lujos que se pueden imaginar, con un servicio de hotel las 24 horas al día y en un entorno en el que se ha respetado hasta la última palmera en el proceso de remodelación. No en vano, es la opción preferida por muchos clientes VIP que logran una atención exquisita conservando el total anonimato.

Para el alcalde de Teguise, Oswaldo Betancort, el reto del Ayuntamiento estriba en que los turistas de alto nivel adquisitivo que llegan al Meliá Salinas encuentren fuera de su hotel una localidad que no baje sus perspectivas y que les inviten a visitar una oferta gastronómica en continuo crecimiento o un paseo que por fin disponga de la calidad que se merece tanto el residente como los propios visitantes. Por ello, destacó que su corporación está en constante contacto con el empresariado, que cada vez está más interesado en invertir en Costa Teguise y con aquellos, como Meliá Salinas, que buscan aportar a la sociedad parte de los beneficios producidos por su actividad. De hecho, la próxima Nochevieja podrán verse unos fuegos artificiales fruto de la colaboración entre las distintas cadenas hoteleras y el Ayuntamiento de la Villa.

En este mismo sentido, el concejal de Costa Teguise, Antonio Callero explicó a los conductores del programa Chalo Frías y Laura San José que está seguro de que la localidad ha conseguido y seguirá manteniendo el equilibrio y la convivencia perfecta entre una población residente que no para de crecer y los miles de turistas que otro año más vuelven a tener llenos a los hoteles de Costa Teguise.

Por último, tanto Óscar Parra como Benito González, jefe de Alimentación y Bebidas y jefe de Cocina respectivamente, han dejado claro el orgullo que supone trabajar en un hotel como Meliá Salinas donde constantemente están esforzándose por que los clientes tengan el mejor servicio de la isla, tanto en sus estancias vacacionales como en las cenas de empresa que llevan ofreciendo estos días para 400 personas o para la noche de gala del día 31 que cerrará un año en el que Meliá Salinas podrá disfrutar del reconocimiento que supone haber sido, ser y seguir siendo el gran hotel de Lanzarote.

El Hotel Meliá Salinas luce como nunca en Cope Lanzarote
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