viernes. 29.03.2024

Juan Antonio, el propietario de Sex Shop Sueño, recela de la encuesta publicada por KDKreativa en la que se asegura que uno de cada tres canarios no tiene ninguna relación sexual a la semana y sólo 3 de cada mil lo hacen dos veces al día, más o menos. Dice que “a lo mejor usan la misma fórmula que cuando dicen que el salario medio de un trabajador es de 1.500 euros y además, habría que tener en cuenta el sexo en solitario”.

Por su experiencia y lo que día a día observa en su establecimiento, comenta que sí se nota que hay más inquietud por el sexo pero que “lo importante no son las veces que se hace sino cómo se hace”.

Aún así, cree que Lanzarote está por encima de la media de la encuesta y estima que los conejeros mantienen como mínimo dos o tres encuentros eróticos a la semana.

Mujeres liberadas

Un error que todavía persiste en parte de la población masculina de la Isla es la idea machista de que el sexo es “cosas de tíos” y que la mujer sólo está ahí para satisfacer los deseos del varón, algo que les está costando caro a muchos hombres. Dice que “yo ya conozco casos de señores a los que les ha dejado su mujer porque no estaban a la altura de sus expectativas en la cama”. Afirma que “las chicas ya no quieren sexo rutinario y van buscando el juego erótico y el morbo y hay algunos hombres que no lo aceptan y no quieren introducir juguetes en el coito porque piensan que ellos ya son suficientes para satisfacer a sus esposas”.

Esto sucede en cierto modo también con la gente más joven, que creen que con el ímpetu propio de la edad ya no necesitan aportaciones externas.

En cuanto a la preparación de los adolescentes para enfrentarse al sexo, dice que “no saben nada de nada”. Asevera que “en vez de hablarles claramente en los colegios, se deja que vivan acelerados, sobre todo en Lanzarote, donde hay un inicio tremendamente precoz de las relaciones sexuales”. Dice que “a pesar de que tienen mucha información, no existen realmente programas educativos y los chicos jóvenes tienen una gran cantidad de inquietudes y de preguntas pero no saben dónde encontrar las respuestas”. No entiende que en algunos colegios, las clases de educación sexual las impartan monjas. “Hay que hablar a los chicos desde la experiencia y contarles qué es un coito anal y lo que haga falta”, pide y convoca a las instituciones políticas a que se impartan cursos para que los jóvenes dispongan de todos los datos.

La cuestión es que si muchos padres no quieren que se les dé Educación para la Ciudadanía a sus hijos, menos van a querer que se les ofrezcan datos tan explícitos sobre sexo. Comenta Juan Antonio que “los que no están preparados para estas cosas, deberían estarlo y se evitarían auténticos dramas en los hogares cuando llegan las crías embarazadas”.

Vergüenza al pedir preservativos

El propietario de Sex Shop Sueño asevera que las cosas han cambiado mucho y hoy debería hablarse con total naturalidad de sexo entre padres e hijos. Es más, se sorprende de que todavía hoy a la gente le dé vergüenza pedir preservativos en una farmacia. “Parece que la gente se avergüenza de tener sexo cuando es algo normal y corriente”, comenta.

No entiende que no exista esa comunicación fluida en las casas, aunque lo atribuye a la falta de información de los progenitores. “Lo malo es que los chicos luego buscan la información en la calle, con los amigos y les llega completamente distorsionada”, asevera. Reconoce que tampoco le parece una idea sugerente para los jóvenes acudir a los centros de planificación familiar, y que en este caso hay que hacer como el dicho, que si Mahoma no va a la montaña... Apuesta por que se hagan llegar a los adolescentes todos los datos sobre el sexo, de forma directa y sin necesidad de que ellos tengan que salir a buscarla. “Lo mismo que se organizan fiestas y se hacen discotecas sin alcohol, que se lleven a cabo en estos sitios las campañas de información”, propone.

Innovaciones a los 50

Reconoce Juan Antonio que el hecho de que una señora de 50 años, que siempre ha tenido el mismo tipo de relación sexual, le llegue a su marido con un juguete erótico puede provocar un cataclismo familiar, pero anima a todas a que lo prueben. Explica que “aún así, se va viendo que a esa edad se está despertando a las novedades porque ya existe una buena comunicación en la pareja y llega un momento en el que se dan cuenta de que van para mayores y tienen que cambiar el chip”.

Asevera que en la innovación está la fórmula para que se haga el amor más y mejor, algo fundamental en la vida de una pareja.

El trabajo, la casa, los niños, el super... encontrar tiempo para los encuentros eróticos cada vez es más difícil, pero hay que buscarlo. Dice Juan Antonio que “cada vez quiere llegar al orgasmo más rápidamente y listo y eso es un error”. Por ello, aconseja la utilización de juguetes que “van a alargar el coito e incluso van a conseguir que se haga muchas más veces el amor”.

Sin embargo, Juan Antonio desmonta el mito de que en vacaciones sube la líbido, por lo menos, en los casados, ya que “entre lo que uno come, lo que se duerme y lo poco que se para, casi ni se puede”, comenta jocosamente.

Por último, el estudio de KDKreativa, refleja que el 80% de los encuestados es fiel a su pareja. No quiere entrar el propietario de la tienda erótica en valorar este dato pero dice que “la promiscuidad está ahí y el hombre sigue siendo más infiel que las mujeres”. Eso sí, aconseja a los señores que no se anden con tonterías porque “las chicas cada vez son más exigentes y si no les convences, ya se apañan ellas solas”.

¡A subir la media!
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