viernes. 29.03.2024

Ceuta ha vivido en sus últimas horas una de sus crisis migratorias más intensas de su historia, con la llegada de más de 5.000 inmigrantes en solo una jornada después de que bordearan a nado los espigones que separan las fronteras del Tarajal y Benzú, informa cope.es.

Todo arrancó la pasada madrugada, cuando los primeros grupos de inmigrantes comenzaron a lanzarse a las aguas fronterizas, situación que se ha ido intensificando a medida que pasaban las horas. La cifra fijada por Delegación de Gobierno es de 5.000 personas, pero algunas fuentes policiales sitúan este dato en 6.000 personas. Entre ellas ha perdido la vida un joven de 18 años en pleno intento por llegar a territorio español.

Varias unidades del Ejército de Tierra han comenzado esta madrugada a colaborar en las labores de control de las calles de Ceuta al unirse al dispositivo especial puesto en marcha por la entrada hoy de 5.000 inmigrantes marroquíes por los espigones fronterizos.

El Ejército se ha dirigido a las naves del Tarajal, donde actualmente se concentran muchos de los inmigrantes que han entrado, principalmente los menores de edad, según han informado a Efe fuentes policiales. La intención es que la presencia de los militares pueda permitir mantener la calma en estas zonas así como en otros lugares donde se está comprobando la presencia de grupos de inmigrantes marroquíes que deambulan por la ciudad.

La situación se ha desbordado a causa de los rumores que señalaban que las fronteras estaban abiertas. En ese momento, ciento de taxis procedentes de ciudades cercanas han llegado a la aduana de Bab Septa, donde han encontrado vía libre para cruzar a nado. Varias decenas de inmigrantes se han lanzado al mar, mientras la Guardia Civil y la Policía Nacional comenzaban los protocolos de rescate. Eso sí, ante la mirada pasiva de las autoridades marroquís.

Este gesto del país vecino ha sido señalado por muchos como una respuesta del Gobierno marroquí, que habría hecho efectivas sus amenazas contra España tras la acogida humanitaria en España del líder del Frente Polisario Brahim Ghali, ingresado desde el pasado mes de abril en Logroño a causa del covid-19.

La pasividad ha provocado que la situación se desbordase a las pocas horas. Los perfiles de las personas que han decidido lanzarse a las aguas fronterizas son muy diversos. Decenas de niños se han lanzado al mar sin acompañamiento. También, familias enteras e incluso madres con bebés en brazos han decidido poner su vida en riesgo para llegar a territorio español.

Ya en territorio español, el desbordamiento de los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se ha hecho notar cuando se ha podido ver a diversos jóvenes marroquíes corriendo por las orillas del Tarajal y de Benzú sin poder ser interceptados.

También, los vecinos ceutís, muchos de ellos participes en las tareas de atención a los inmigrantes, han visto con preocupación la situación vivida este lunes en la ciudad autónoma. En 'El Cascabel' de TRECE ha contado su testimonio, Carlos, un ciudadano ceutí que ha visto como la situación se ha desbordado en la ciudad autónoma con el paso de las horas: "Esto es una guerra. Ceuta se debe echar a la calle porque esto es una guerra. Yo veo a gente muy joven, que además viene equipada con bolsas, botellas, comidas. Esto es un paseo ahora mismo y yo estoy en el centro de la ciudad".

Mientras tanto, la situación en los centros de atención es sinónima de desbordamiento. Isabel Brasero, portavoz de Cruz Roja en Ceuta, ha atendido la llamada de 'La Linterna' de COPE para describir cómo se está viviendo por dentro la situación en los centros en los que se está atendiendo a los inmigrantes que han llegado en las últimas horas a Ceuta: "Me encuentro incorporada al operativo sanitario en la nave de Tarajal. La situación es desbordante, tenemos a unas 3.000 personas a las puertas que vamos atendiendo en grupos de seis y a la misma vez también damos cobertura social con ropa, mantas, alimentación básica para niños, mujeres y bebés. Hay un poco de todo".

En este contexto, la Policía Nacional ha tenido que intervenir en una pelea a puñetazos en la zona de Hadú, mientras que la Policía Local también ha tenido que actuar para separar a un grupo de personas que habían iniciado una discusión a golpes.

Algunos ciudadanos, incluso, han grabado con sus teléfonos móviles estas agresiones y las han difundido a través de las redes sociales. La tensión se está produciendo debido a que muchos de los inmigrantes no pueden entrar en la nave industrial del Tarajal, donde tienen que pasar la cuarentena obligatoria por la covid-19, al estar la misma completamente colapsada.

El presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta, Juan Jesús Vivas, ha manifestado a última hora de este lunes que en veinte años que lleva al frente del Gobierno ceutí ha tenido que afrontar "pocos días tan duros y difíciles como este" y ha pedido una respuesta "contundente y proporcionada" al Gobierno de la Nación.

El Centro de Coordinación (CECOR) de Ceuta, formado por la Administración General del Estado y la Ciudad Autónoma, ha acordado reforzar los espigones y la frontera así como habilitar un campo de fútbol para acoger a los inmigrantes que han entrado en la ciudad.

En un comunicado, la Delegación del Gobierno ha señalado que la reunión que se inició a las 20:30 horas del lunes ha finalizado pasada la medianoche y en la misma se ha acordado que la Guardia Civil refuerce su presencia en la frontera, espigones y en el perímetro fronterizo.

Las imágenes vistas en Ceuta han sido entendidas por muchos como un mensaje de Marruecos para avisar a España de que la paciencia se ha acabado, después de que el Gobierno marroquí tomase nota de la decisión de las autoridades españolas de "no informar" sobre la recepción humanitaria del líder del frente polisario, Brahim Ghali. En este sentido, Marruecos considera que actitud de España es "premeditada" y apunta de forma directa a la ministra de Exteriores, Arancha González Laya.

Esta crisis migratoria destaca por encima de muchas otras que ha vivido la frontera entre España y Marruecos en los últimos meses. Hace tan solo un mes, 159 jóvenes llegaron a nado hasta las costas españolas. En aquel momento, Marruecos aceptó la devolución en caliente de 69 personas. El resto, que eran menores, fueron tutelados por la ciudad autónoma de Ceuta y acogidos en el centro de menores de La Esperanza.

A última hora de este martes, la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, ha anunciado que España devolverá "a su lugar de origen" a los inmigrantes que hayan llegado a Ceuta de forma irregular en las últimas horas. Según la ministra, esas devoluciones "ya se están haciendo en el curso de la pasada tarde del lunes. Con la práctica y con las características habituales de la respuesta española a situaciones de este tipo".

También ha querido defender que "no concibe" que se pueda poner en peligro la vida de los jóvenes y menores que han entrado a nado este lunes en Ceuta "en respuesta a una acción humanitaria" como es, sin citarla, la hospitalización en España del líder del Frente Polisario.

En el ámbito político, el líder de la oposición, Pablo Casado, ha pedido al Gobierno que "debe garantizar de inmediato la integridad de nuestras fronteras y coordinar con Marruecos la devolución de los inmigrantes a su país". Por su parte, desde Vox han lamentado la "falta de contundencia" de la Gobierno, que puede derivar en una importante "invasión migratoria" en las costas andaluzas.

El malestar de Marruecos con España provoca en Ceuta una histórica crisis migratoria...
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