lunes. 12.05.2025

Por Martino

Palabras de la señora JUANA: - Hay que ver, que pena ese chico, ZAPATERO, tan mono, tan educado y bien maqueado, el yerno ideal, y equivocó la carrera. No es por desmerecer, pero con esa sonrisa hubiera quedado la mar de bien, y con esa percha EMIDIO TUCCI, como jefe de planta de El Corte Inglés, sección de ropa del hogar, ya sabes toallas, edredones, nórdicos, sabanas EL BURRITO BLANCO lavadas con MIMOSÍN y esencia de frambuesas.-

Es cierto, ya lo veo allí, atendiendo a DOÑA OBDULIA: “Ya verá, señora, como estas mantas PADUANA ni las va a notar al peso, le acarician la piel cual novio metrosexual, su marido parecerá flotar en una nube, llévese cuatro”. Y la señora contestando: “ Mire, joven amable, soy catorce veces viuda y estamos en pleno verano, yo lo que busco es un camisón transparente y que me lo pruebes tú, bombón”. Claro, ZAPATERO se pondrá rojo y llamará a MARI PURI, una de las dependientas para que lo saque del embolado.

Con lo bien que estaría de jefe de planta, sin meterse en fregados como Afganistán, ETA o chapapotes de Algeciras, que con tanto frente abierto su mujer, SONSOLES se quejará por desatendida, menos mal que canta zarzuela que eso relaja mucho.

Por su parte, AZNAR, con medio metro más, hubiera sido un segurita empleado del mes fijo, es que lo clava: ¡ Márchese señor...” A RAJOY ya lo veo más como profesor de sociología de la UNED, de esos que son tan pedantes y espabilados que escriben sus propios libros de texto, los cambian un poco y obligan al alumnado a gastarse los dineros en tochos infumables e ininteligibles, pero caros, muy caros.

Nadie está a gusto con lo suyo, no piensen que son sólo ellos los que equivocaron la carrera, servidor de hecho está aquí, escribiendo chorradas, cuando debería estar por afición y merecimiento debajo de una palmera sin cocos, bebiendo daiquiris y cocolocos en las Islas Caimán, controlando a los evasores de capital, eso sí, cuando viera a uno de Lanzarote, y con unte de por medio, miraría para otro lado. Lo reconozco, soy de un fragilón que asusta, vamos que un alcalde o concejal de urbanismo me enseña un maletín, aunque no sea SANSONITE ni nada, y me dice ¡VEN! Y yo lo dejo todo y me meto en el lodo, como en el bolero de LOS PANCHOS. Por eso se hace necesaria la existencia de otras vidas, de la reencarnación, para que ZAPATERO, AZNAR, RAJOY y un humilde servidor estemos en nuestra salsa.

Planta cuarta: lencería del hogar
Comentarios