MARTINO
Cuando uno, en su ignorancia, creía que los cambios de estación eran marcados por los grandes almacenes, viene la NASA y los achaca al calentamiento global, que nada tiene que ver con hacer el amor en un globo. El otoño es una estación, la de guaguas es otra. El otoño es proclive a la caída de hojas y de candidaturas políticas. La primera hoja fue BONO, mi enhorabuena a los madrileños. No es que BONO sea mal político, es que al ser de Toledo de Madrid conoce lo justo. Como casi es de derechas no sabe ni donde está Chueca. PEDRO ZEROLO sí lo sabe, y TERESA FERNÁNDEZ DE LA VEGA, otra hoja que no cayó, también, el “ PÁSALO” tuvo de nuevo efecto.
Cayeron las primeras lluvias sobre Lanzarote, espero que no sean las últimas, algunas gotas por metro cuadrado. Lo suficiente, junto con el cambio de hora, para que oliera a otoño y alguien estrene su ropa de temporada, que los de ZARA llevan con los abrigos puestos en el escaparate desde agosto. La zorra sacó su abrigo de zorros y el pájaro CHOUÍ cantó mientras alguien volaba sobre el nido del cuco, llamemos cuco a cabildo o ayuntamientos.
Como dato anecdótico de estas primeras lluvias, o lluvias de “ primarias” , sobre la isla, decir que sesenta y nueve personas fueron salpicadas por el hijoputa de turno con el coche a toda pastilla. Los charcos, según el instituto nacional de meteorología están al cincuenta por ciento de su capacidad. Ya en la crónica rosa, al resguardo del paraguas, imitación GUCCI, tienda de chinos a dos euros, el chico le dice a la chica: “ ¡Qué bonitos ojos tienes debajo de esas tres cejas!”. Ella le contesta: “ Sí, muy poético, ALFREDO GARCILASO, pero a ver si te compras un coche, que esto de hacer el amor bajo un paraguas es muy incómodo, y más si lo sujeto yo”.
La ropa tendida se mojó. Cómprale de una vez la secadora a tu mujer, no seas agonías, que tienes dos pantallas de plasma en casa, un home cinema y ni una MINIPIMER, so bandido.
El otoño llegó a Lanzarote y durará unas horas. En un pis pas estaremos en verano de nuevo. ¿ Qué dirían si no fuera así los turistas del todo incluido menos la lluvia, con lo guapos que van con su pulserita de diseño que les da paso al bufé y a la barra libre garrafoniana. No se preocupen, seguiremos en verano y será Navidad. De hecho ya lo es en El Corte Inglés.
Ah y en otoño, regale hojas caídas, el mejor regalo de temporada. Eso dicen, aunque ahora está de moda regalar BAÑOS DE AURA, muy necesarios en época electoral, pero nada de suavidad, con estropajo y DAC VAJILLAS. Estamos en ALERTA ROJA, aparte del viento, los políticos andan sueltos, en campaña, soltando por sus boquitas.