El ex presidente del Partido de Independientes de Lanzarote (PIL), ex presidente del Cabildo y ex senador Dimas Martín ha enviado este miércoles una carta a este diario desde la prisión de Tahíche, carta que será publicada en su totalidad, en la que realiza una reflexión sobre diferentes asuntos. El principal, su situación penitenciaria y los entresijos de los principales procesos judiciales en los que ha sido protagonista, con preguntas a las que no encuentra respuestas como por qué es el único político de Canarias que ha sido siempre condenado a la máxima pena exigida por la fiscalía de turno, por qué le han hecho cumplir siempre íntegramente las penas y por qué entre otras cosas no se ha aceptado uno solo de los recursos que ha presentado. El segundo asunto que aborda tiene que ver con la condena a la ex alcaldesa de Yaiza Gladys Acuña, quien durante muchos años fuera compañera suya en el PIL, en su actuación sobre la concesión de una licencia a la bodega Stratus. A su modo de ver, se trata de una condena injusta que está convencido de que finalmente el Tribunal Supremo cambiará.
“A través de los medios de comunicación he tenido conocimiento de la injusticia, desproporcionada e inmerecida sentencia por la que fue condenada Gladys, según su propia afirmación. Nadie mejor que yo puede comprender el estado de ánimo que le afecta, el desasosiego, impotencia y tristeza que se siente al verse condenado injustamente”. De este modo comienza una misiva de cuatro folios en la que el veterano ex político no deja títere con cabeza, y donde sobre todo realiza una profunda crítica a la actual situación de la Isla.
“La vida pública de Lanzarote está profundamente judicializada como consecuencia de la incapacidad de sus gobernantes para elaborar proyectos que den respuestas y soluciones a los problemas de los ciudadanos. Se utilizan los tribunales de justicia para conseguir a través de ellos lo que las urnas niegan, practicar el canibalismo político contra compañeros de partido molestos para sus intereses personales, contra funcionarios que se niegan a ser sumisos o adversarios que nunca pudieron vencer en una confrontación electoral como ha sido mi caso”, cuestiona.
“Lanzarote, históricamente, ha sido tierra de injusticias y caciques; éstos ejercen sus influencias a través de honorables despachos de abogados, relevantes puestos políticos o de la administración o fundaciones culturales que actúan como partidos políticos sin asumir responsabilidades, valiéndose de esas influencias y usando los métodos más ilegítimos que se pueden imaginar para acabar con todos aquellos que les pueden molestar en sus mezquinos intereses crematísticos”, subraya con contundencia en uno de los párrafos de su escrito.
Para él, lo importante en estos momentos es hacer una urgente reflexión sobre el presente y el futuro, para intentar que cambien las cosas. “Las inmorales prácticas y la situación política que vive Lanzarote creo que obliga a todos, incluida doña Gladys, a una profunda reflexión sobre las mismas, una profunda reflexión también sobre el presente y el futuro de nuestra isla”, concreta en la parte final.