El Consejo de Administración de los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo aprobó durante la reunión que mantuvieron sus miembros este miércoles elegir la zona de El Chinero para crear un nuevo aparcamiento en el Parque Nacional de Timanfaya. Fue sin duda, según adelantó la oposición del Cabildo y los trabajadores a este diario, uno de los asuntos estrella de un encuentro que se inició con el nombramiento de José Juan Lorenzo como consejero delegado de la empresa pública.
Con esta elección se termina, al menos desde el punto de vista del Cabildo, la polémica suscitada con los ayuntamientos de Yaiza y Tinajo, que habían propuesto crear dos aparcamientos, uno en Uga y otro en Mancha Blanca. Todos los representantes de la empresa pública estuvieron de acuerdo en rescatar un viejo proyecto que finalmente se consolida y crea una nueva zona de aparcamiento al lado de la ya existente. "Se trata de una idea vieja que por múltiples razones se abandonó, un proyecto en el que estuvo trabajando gente como nuestro añorado Jesús Soto", comentó María José Docal en los micrófonos del programa "A buena hora" de Crónicas Radio-COPE Lanzarote.
Al margen de este asunto, el tema más polémico fue la aparición de los responsables de la empresa pública con un documento de convenio que, según observaron inmediatamente entre los trabajadores y entre los representantes de la oposición del Cabildo, no se correspondía con lo inicialmente acordado.
El portavoz del Comité de Empresa, Antonio Bonilla, dejó claro durante su intervención este jueves en el programa "A buena hora" su malestar y el de sus compañeros por lo que en un principio les pareció una tomadura de pelo, que se dijera algo ante la opinión pública que finalmente se quiso cambiar en la reunión interna de la empresa. "Se presentaron con un documento sin firmar en el que no se recogían aspectos que ya estaban cerrados, como la distribución de las pagas en doce meses. Nos pareció extraño y así lo pusimos de manifiesto", explicó.
Tras aclarar el asunto, según detalló Bonilla, tanto la dirección como el resto de los miembros del Consejo estuvieron de acuerdo en rubricar el documento original, con el que se cierra definitivamente el conflicto laboral que los Centros llevan arrastrando desde hace años.
Lo que no parece tener solución es la mala relación de los trabajadores con el responsable de Recursos Humanos, quien, según explicó Bonilla, "acude a apagar los incendios laborales con una lata de gasolina".
(Avance)